Agosto 16-31

Agosto 16
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Agosto 16

La locura de Nabucodonosor

Dn. 4.1-33 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
2 »Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.3 ¡Cuán grandes son sus señales y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno; su señorío, de generación en generación.
4 »Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa, floreciente en mi palacio.5 Tuve un sueño que me espantó; tendido en la cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron.6 Por esto mandé que vinieran ante mí todos los sabios de Babilonia para que me dieran la interpretación del sueño.7 Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les conté el sueño, pero no me pudieron dar su interpretación,8 hasta que entró ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo:9 “Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama:
»Me parecía ver en medio de la tierra
un árbol cuya altura era grande.
11 Crecía este árbol, y se hacía fuerte,
y su copa llegaba hasta el cielo
y se le alcanzaba a ver
desde todos los confines de la tierra.
12 Su follaje era hermoso,
su fruto abundante
y había en él alimento para todos.
Debajo de él, a su sombra, se ponían las bestias del campo,
en sus ramas anidaban las aves del cielo
y se mantenía de él todo ser viviente.
13 »Vi en las visiones de mi cabeza, mientras estaba en mi cama, que un vigilante y santo descendía del cielo.14 Clamaba fuertemente y decía así:
»‘Derribad el árbol y cortad sus ramas,
quitadle el follaje y dispersad su fruto;
váyanse las bestias que están debajo de él,
y las aves de sus ramas.
15 Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra,
con atadura de hierro y de bronce
entre la hierba del campo;
que lo empape el rocío del cielo,
y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra.
16 Su corazón de hombre sea cambiado
y le sea dado corazón de bestia,
y pasen sobre él siete tiempos.
17 La sentencia es por decreto de los vigilantes
y por dicho de los santos la resolución,
para que conozcan los vivientes
que el Altísimo gobierna el reino de los hombres,
que a quien él quiere lo da
y sobre él constituye al más humilde de los hombres’.
18 »Yo, el rey Nabucodonosor, he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, darás su interpretación, porque ninguno entre los sabios de mi reino lo ha podido interpretar; pero tú puedes, porque habita en ti el espíritu de los dioses santos”».
19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo:
—Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación.
Beltsasar respondió y dijo:
—Señor mío, el sueño sea para tus enemigos y su interpretación para los que mal te quieren.20 El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, cuya copa llegaba hasta el cielo, que se veía desde todos los confines de la tierra,21 cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, en el que había alimento para todos, debajo del cual vivían las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,22 tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra.23 En cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: “Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; que lo empape el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte hasta que pasen sobre él siete tiempos”,24 esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor, el rey:25 Que te echarán de entre los hombres y con las bestias del campo será tu habitación, con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.26 Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, después que reconozcas que es el cielo el que gobierna.27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.
28 Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor:29 Al cabo de doce meses, paseando por el palacio real de Babilonia,30 habló el rey y dijo: «¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?».
31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: «A ti se te dice, rey Nabucodonosor: “El reino te ha sido quitado;32 de entre los hombres te arrojarán, con las bestias del campo será tu habitación y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere”».
33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor: Fue echado de entre los hombres, comía hierba como los bueyes y su cuerpo se empapaba del rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila y sus uñas como las de las aves.

Curación de Nabucodonosor

Dn. 4.34-37 DHH NIV NBD NVI LBLA
34 «Al fin del tiempo, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y mi razón me fue devuelta; bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre:
»“Su dominio es sempiterno;
su reino, por todas las edades.
35 Considerados como nada
son los habitantes todos de la tierra;
él hace según su voluntad
en el ejército del cielo
y en los habitantes de la tierra;
no hay quien detenga su mano
y le diga: ‘¿Qué haces?’ ”.
36 »En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
37 »Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia».

Muerte de Joacim

2 R. 24.5,6 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Los demás hechos de Joacim, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?6 Joacim durmió con sus padres y en su lugar reinó Joaquín, su hijo.

2 Cr. 36.8 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Los demás hechos de Joacim, las abominaciones que hizo, y lo que en él se halló, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Reinó en su lugar su hijo Joaquín.

El rey de Egipto pierde su hegemonía sobre Palestina

2 R. 24.7 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 El rey de Egipto nunca más salió de su tierra, porque el rey de Babilonia se apoderó de todo lo que era suyo desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.

598 a.C. Reinado de Joaquín en Judá

2 R. 24.8,9 DHH NIV NBD NVI LBLA

8 Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre era Nehusta, hija de Elnatán, de Jerusalén.9 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

2 Cr. 36.9 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Ocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.

Mensaje de Dios al rey Conías (Jeconías o Joaquín)

Jr. 22.24-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 »¡Vivo yo, dice Jehová, que si Conías hijo de Joacim, rey de Judá, fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría!25 Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, en manos de aquellos cuya vista temes; sí, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos.26 Os haré llevar cautivos, a ti y a tu madre que te dio a luz, a una tierra ajena en la que no nacisteis; y allá moriréis.27 Y no volverán a la tierra a la cual ansían volver.

Nabucodonosor pone sitio a Jerusalén

2 R. 24.10,11 DHH NIV NBD NVI LBLA

10 En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada.11 Llegó también a la ciudad Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando sus siervos la tenían sitiada.

Mensaje de parte de Dios para el rey Joaquín

Jr. 13.18-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 «Di al rey y a la reina:
“Humillaos, sentaos en tierra,
porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas”.
19 Las ciudades del Neguev fueron cerradas
y no hubo quien las abriera;
toda Judá fue deportada,
llevada en cautiverio fue toda ella.
20 Alzad vuestros ojos
y ved a los que vienen del norte.
¿Dónde está el rebaño que te fue dado,
tu hermosa grey?

Joaquín es llevado cautivo a Babilonia

2 R. 24.12-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Entonces Joaquín, rey de Judá, junto con su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales, se rindió al rey de Babilonia. En el octavo año de su reinado, el rey de Babilonia lo tomó prisionero.
13 Después sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová y los de la casa real. Tal como lo había dicho Jehová, rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, en la casa de Jehová.14 Se llevó cautiva a toda Jerusalén, a todos los príncipes y a todos los hombres valientes, en número de diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto la gente pobre del país.
15 Asimismo se llevó cautivos de Jerusalén a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra.16 A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los hombres fuertes y aptos para la guerra, se llevó cautivos el rey de Babilonia.17 Luego el rey de Babilonia puso como rey en lugar de Joaquín a Matanías, su tío, y le cambió el nombre por el de Sedequías.

2 Cr. 36.10 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 Al cabo de un año el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia, juntamente con los objetos preciosos de la casa de Jehová, y puso a Sedequías, su hermano, como rey sobre Judá y Jerusalén.

Exclamación del profeta Jeremías ante el cautiverio de Joaquín

Jr. 22.28-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 »¿Es este hombre, Conías, una vasija despreciada y quebrada?
¿Es un objeto sin valor para nadie?
¿Por qué fueron arrojados él y su generación
y echados a una tierra que no habían conocido?
29 ¡Tierra, tierra, tierra,
oye palabra de Jehová!».
30 Así ha dicho Jehová:
«Inscribid a este hombre
como privado de descendencia,
como un hombre sin éxito en todos sus días,
porque ninguno de su descendencia
logrará sentarse sobre el trono de David,
ni reinar sobre Judá».

La señal de los higos buenos y malos

Jr. 24.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Después de haber transportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá, y a los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová.2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de tan malos no se podían comer.3 Y me dijo Jehová: «¿Qué ves tú, Jeremías?» Yo dije: «Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de tan malos no se pueden comer».
4 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:5 «Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los deportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para su bien.6 Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra. Los edificaré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré.7 Les daré un corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón.
8 »Y como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que habitan en la tierra de Egipto.9 Y los daré por horror y por mal a todos los reinos de la tierra, y por infamia, por refrán, por burla y por maldición a todos los lugares donde yo los disperse.10 Y enviaré sobre ellos espada, hambre y peste, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres».

598-587 a.C. Reinado de Sedequías, el último rey de Judá

2 R. 24.18-20a DHH NIV NBD NVI LBLA
18 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.19 Hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Joacim.20 Vino, pues, la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia.

2 Cr. 36.11,12 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 Veintiún años tenía Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalén.12 Hizo lo malo ante los ojos de Jehová, su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de parte de Jehová.

Jr. 52.1-3a DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Era Sedequías de edad de veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías de Libna.2 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que hizo Joacim.3 Y a causa de la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, llegó a echarlos de su presencia.

Los líderes religiosos y el pueblo también son infieles

2 Cr. 36.14-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 También todos los principales sacerdotes y el pueblo aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.15 Jehová, el Dios de sus padres, les envió constantemente avisos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su morada.16 Pero ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

Jr. 37.1,2 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En lugar de Conías hijo de Joacim reinó el rey Sedequías hijo de Josías, al cual Nabucodonosor, rey de Babilonia, constituyó por rey en la tierra de Judá.2 Pero no obedecieron ni él ni sus siervos ni el pueblo de la tierra a las palabras de Jehová, las cuales dijo por medio del profeta Jeremías.

Profecía sobre Elam

Jr. 49.34-39 DHH NIV NBD NVI LBLA
34 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo:35 «Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
»Yo quiebro el arco de Elam,
parte principal de su fortaleza.
36 Traeré sobre Elam los cuatro vientos
desde los cuatro puntos del cielo,
y los aventaré a los cuatro vientos.
No habrá nación a donde no lleguen fugitivos de Elam.
37 Y haré que Elam se acobarde ante sus enemigos
y ante quienes buscan su vida.
Traeré sobre ellos mal y el ardor de mi ira,
dice Jehová,
y enviaré espada que los persiga hasta acabar con ellos.
38 Yo pondré mi trono en Elam,
y destruiré a su rey y a sus príncipes,
dice Jehová.39 Pero acontecerá en los últimos días,
que yo haré volver a los cautivos de Elam,
dice Jehová».

Agosto 17
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Agosto 17

Carta de Jeremías a los desterrados

Jr. 29.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron deportados, a los sacerdotes y profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia2 (después que salió el rey Jeconías, la reina, los del palacio, los gobernantes de Judá y de Jerusalén, los artesanos y los ingenieros de Jerusalén),3 por medio de Elasa hijo de Safán, y de Gemarías hijo de Hilcías, a quienes envió Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia. La carta decía:
4 «Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:5 Edificad casas y habitadlas; plantad huertos y comed del fruto de ellos.6 Casaos y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas. Multiplicaos allá, y no disminuyáis.7 Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz.8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni hagáis caso de los sueños que sueñan.9 Porque falsamente os profetizan en mi nombre. Yo no los envié, ha dicho Jehová.10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.12 Entonces me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé.13 Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.14 Seré hallado por vosotros, dice Jehová; haré volver a vuestros cautivos y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová. Y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.15 Pero vosotros habéis dicho: “Jehová nos ha levantado profetas en Babilonia”.

Jr. 29.21 -23 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y acerca de Sedequías hijo de Maasías, que os profetizan falsamente en mi nombre: Yo los entrego en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de vuestros ojos.22 Y todos los deportados de Judá que están en Babilonia harán de ellos una maldición, diciendo: “¡Póngate Jehová como a Sedequías y como a Acab, a quienes asó al fuego el rey de Babilonia!”.23 Porque hicieron maldad en Israel: cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé; lo cual yo sé y testifico, dice Jehová».

Jr. 29.16-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 Pero así ha dicho Jehová acerca del rey que está sentado sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, de vuestros hermanos que no partieron con vosotros al cautiverio,17 así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo envío contra ellos espada, hambre y peste, y los pondré como los higos malos, que de tan malos no se pueden comer.18 Los perseguiré con espada, con hambre y con peste, y los haré el horror de todos los reinos de la tierra, objeto de aversión, de espanto, de burla y de afrenta ante todas las naciones entre las cuales los he arrojado;19 por cuanto no escucharon mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, desde el principio y sin cesar. No habéis escuchado, dice Jehová.20 ¡Escuchad, pues, palabra de Jehová, vosotros todos los deportados que envié de Jerusalén a Babilonia!

Mensaje a Semaías

Jr. 29.24-32 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 «Y a Semaías, de Nehelam, hablarás, diciendo:25 “Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Tú enviaste cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciendo:26 ‘Jehová te ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para que te encargues en la casa de Jehová de todo loco que profetice, poniéndolo en el calabozo y en el cepo’.27 ¿Por qué, pues, no has reprendido ahora a Jeremías de Anatot, que os profetiza?28 Porque él nos envió a decir en Babilonia: ‘Largo será el cautiverio; edificad casas y habitadlas; plantad huertos y comed el fruto de ellos’ ”».
29 El sacerdote Sofonías había leído esta carta a oídos del profeta Jeremías.30 Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:31 «Envía a decir a todos los cautivos: “Así ha dicho Jehová acerca de Semaías, de Nehelam: Por cuanto os profetizó Semaías, sin que yo lo hubiera enviado, y os hizo confiar en mentira,32 por eso, así ha dicho Jehová: Yo castigaré a Semaías, de Nehelam, y a su descendencia; no tendrá varón que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que haré yo a mi pueblo, dice Jehová; porque contra Jehová ha hablado rebelión”».

Regreso del resto

Jr. 23.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño!», dice Jehová.
2 Por tanto, esto ha dicho Jehová, Dios de Israel, a los pastores que apacientan mi pueblo: «Vosotros dispersasteis mis ovejas y las espantasteis. No las habéis cuidado. Por eso, yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová.3 Yo mismo recogeré el resto de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus pastizales; y crecerán y se multiplicarán.4 Pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, no se amedrentarán ni serán menoscabadas, dice Jehová.
5 »Vienen días,
dice Jehová,
en que levantaré a David renuevo justo,
y reinará como Rey, el cual será dichoso
y actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra.
6 En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado;
y este será su nombre con el cual lo llamarán:
“Jehová, justicia nuestra”.
7 »Por tanto, vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: “¡Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!”,8 sino: “¡Vive Jehová, que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte y de todas las tierras adonde yo los había echado!”. Y habitarán en su tierra».

Promesas del Señor para el futuro

Jr. 30.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:2 «Así habló Jehová, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado.3 Porque vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo de Israel y de Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán».
4 Estas, pues, son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá.5 Así ha dicho Jehová:
«¡Hemos oído gritos de terror y espanto!
¡No hay paz!
6 ¡Inquirid ahora, considerad si un varón da a luz!,
porque he visto que todos los hombres
tenían las manos sobre sus caderas
como la mujer que está de parto,
y que se han puesto pálidos todos los rostros.
7 ¡Ah, cuán grande es aquel día!
Tanto, que no hay otro semejante a él.
Es un tiempo de angustia para Jacob,
pero de ella será librado.
8 »Aquel día, dice Jehová de los ejércitos,
yo quebraré el yugo de su cuello y romperé sus coyundas,
y extranjeros no volverán a ponerlo en servidumbre,
9 sino que servirán a Jehová, su Dios, y a David, su rey, a quien yo les levantaré.

El Señor salvará a su pueblo

Jr. 30.10,11 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 »Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas,
dice Jehová;
no te atemorices, Israel,
porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos,
a ti y a tu descendencia,
de la tierra de tu cautiverio.
Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo,
y no habrá quien lo espante.
11 Porque yo estoy contigo para salvarte,
dice Jehová,
y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí.
Pero a ti no te destruiré,
aunque te castigaré con justicia:
de ninguna manera te dejaré sin castigo».

Jr. 46.27,28 DHH NIV NBD NVI LBLA
27 »Pero tú no temas, siervo mío Jacob,
ni desmayes, Israel;
porque he aquí yo te salvaré de lejos,
a ti y a tu descendencia,
de la tierra de vuestra cautividad.
Volverá Jacob, descansará,
será prosperado y no habrá quién lo atemorice.
28 Tú, siervo mío Jacob, no temas,
dice Jehová,
porque yo estoy contigo.
Sí, destruiré a todas las naciones
entre las cuales te he dispersado.
Sin embargo, a ti no te destruiré del todo,
aunque te castigaré con justicia.
¡En manera alguna te dejaré sin castigo!».

Jr. 30.12-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Así ha dicho Jehová:
«Incurable es tu quebrantamiento
y dolorosa tu llaga.
13 No hay quien juzgue tu causa para sanarte;
no hay para ti medicina eficaz.
14 Todos tus enamorados te olvidaron;
no te buscan,
porque te herí como hiere un enemigo,
con azote de adversario cruel,
a causa de la magnitud de tu maldad
y de tus muchos pecados.
15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento?
Incurable es tu dolor,
porque por la grandeza de tu iniquidad
y por tus muchos pecados te he hecho esto.
16 Pero serán devorados todos los que te devoran,
y todos tus adversarios, todos ellos,
irán al cautiverio;
pisoteados serán los que te pisotearon,
y a todos los que te despojaron,
yo los entregaré al despojo.
17 Mas yo haré venir sanidad para ti,
y sanaré tus heridas,
dice Jehová,
porque “Desechada” te llamaron, diciendo:
“Esta es Sión, de la que nadie se acuerda”».
18 Así ha dicho Jehová:
«He aquí yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia;
la ciudad será edificada sobre su colina,
y el palacio será asentado en su lugar.
19 Saldrá de ellos acción de gracias
y voz de nación que está en regocijo.
Los multiplicaré y no serán disminuidos;
los multiplicaré y no serán menoscabados.
20 Serán sus hijos como antes,
y su congregación delante de mí será confirmada.
Yo castigaré a todos sus opresores.
21 De ella saldrá su soberano,
y de en medio de ella saldrá su gobernante.
Lo haré acercarse
y él se acercará a mí,
porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a mí?,
dice Jehová.
22 Entonces vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
23 »La tempestad de Jehová
sale con furor;
la tempestad que se prepara
se cierne sobre la cabeza de los impíos.
24 No se calmará el ardor de la ira de Jehová
hasta que haya hecho y cumplido
los pensamientos de su corazón.
¡Al final de los días entenderéis esto!

Regreso de los israelitas a su patria

Jr. 31.1-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré el Dios de todas las familias de Israel y ellas serán mi pueblo».
2 Así ha dicho Jehová:
«El pueblo que escapó de la espada
halló gracia en el desierto,
cuando Israel iba en busca de reposo.
3 Jehová se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo:
“Con amor eterno te he amado;
por eso, te prolongué mi misericordia.
4 Volveré a edificarte: serás reedificada,
virgen de Israel.
De nuevo serás adornada con tus panderos
y saldrás en alegres danzas.
5 Volverás a plantar viñas
en los montes de Samaria;
plantarán los que plantan y disfrutarán de ellas,
6 porque habrá día en que clamarán los guardas
en los montes de Efraín:
‘¡Levantaos y subamos a Sión,
a Jehová, nuestro Dios!’ ”».
7 Así ha dicho Jehová:
«Regocijaos en Jacob con alegría;
dad voces de júbilo a la cabeza de naciones.
¡Haced oir, alabad y decid:
“Salva, Jehová, a tu pueblo,
el resto de Israel”!
8 Yo los hago volver de la tierra del norte,
los reuniré de los extremos de la tierra;
entre ellos, juntamente, a ciegos y a cojos,
a la mujer que está encinta y a la que dio a luz.
En gran compañía volverán acá.
9 Irán con llanto,
mas con misericordia los haré volver
y los haré andar junto a arroyos de aguas,
por camino derecho en el cual no tropezarán,
porque yo soy el padre de Israel,
y Efraín es mi primogénito.
10 »¡Oíd palabra de Jehová, naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos!
Decid: “El que dispersó a Israel,
lo reunirá y guardará,
como el pastor a su rebaño”,
11 porque Jehová redimió a Jacob,
lo redimió de mano del más fuerte que él.
12 Vendrán con gritos de gozo a lo alto de Sión
y correrán a los bienes de Jehová:
al pan, al vino, al aceite
y al ganado de ovejas y de vacas.
Su vida será como un huerto de riego
y nunca más tendrán dolor alguno.
13 Entonces la virgen danzará alegremente,
junto con los jóvenes y los viejos;
cambiaré su llanto en gozo,
los consolaré
y los alegraré de su dolor.
14 El alma del sacerdote satisfaré con abundancia,
y mi pueblo será saciado de mis bienes,
dice Jehová».
15 Así ha dicho Jehová:
«Voz fue oída en Ramá,
llanto y lloro amargo:
es Raquel que llora por sus hijos,
y no quiso ser consolada acerca de sus hijos,
porque perecieron».
16 Así ha dicho Jehová:
«Reprime del llanto tu voz
y de las lágrimas tus ojos,
porque salario hay para tu trabajo,
dice Jehová.
Volverán de la tierra del enemigo.
17 Esperanza hay también para tu porvenir,
dice Jehová,
y los hijos volverán a su propia tierra.
18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba:
“Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito;
conviérteme, y seré convertido,
porque tú eres Jehová, mi Dios.
19 Después que me aparté,
me arrepentí,
y después que reconocí mi falta,
me golpeé el muslo;
me avergoncé y me confundí,
porque llevé la afrenta de mi juventud”.
20 ¿No es Efraín un hijo precioso para mí?
¿No es un niño en quien me deleito?
Desde que hablé de él,
lo he recordado constantemente.
Por eso mis entrañas se conmovieron por él,
y ciertamente tendré de él misericordia,
dice Jehová.
21 »Levanta para ti indicadores,
ponte señales altas,
fíjate con atención en la calzada.
¡Vuélvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel,
vuelve a estas tus ciudades!
22 ¿Hasta cuándo andarás errante, hija rebelde?,
porque Jehová ha creado una cosa nueva sobre la tierra:
¡la mujer cortejará al varón!».

Agosto 18
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Agosto 18

Prosperidad futura de Israel

Jr. 31.23-40 DHH NIV NBD NVI LBLA
23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: «Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver a sus cautivos: “¡Jehová te bendiga, morada de justicia, monte santo!”24 Y habitará allí Judá; y en todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños.25 Porque satisfaré al alma cansada y saciaré a toda alma entristecida».
26 En esto, me desperté y miré, y mi sueño me fue agradable.
27 «Vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.28 Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, para trastornar, perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová.29 En aquellos días no dirán más: “Los padres comieron las uvas agrias y a los hijos les da dentera”,30 sino que cada cual morirá por su propia maldad; a todo aquel que coma uvas agrias le dará dentera.
31 »Vienen días, dice Jehová, en los cuales haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.32 No como el pacto que hice con sus padres el día en que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: “Conoce a Jehová”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová. Porque perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado.
35 »Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día,
las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche,
que agita el mar y braman sus olas;
Jehová de los ejércitos es su nombre:
36 Si llegaran a faltar estas leyes delante de mí,
dice Jehová,
también faltaría la descendencia de Israel,
y dejaría de ser para siempre una nación delante de mí.
37 »Así ha dicho Jehová:
Si se pudieran medir los cielos arriba
y explorar abajo los fundamentos de la tierra,
también yo desecharía toda la descendencia de Israel
por todo lo que hicieron, dice Jehová.
38 »Vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo.39 El cordel de medir saldrá en línea recta hasta el collado de Gareb, y luego girará hacia Goa.40 Todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos al oriente, serán santos a Jehová. Nunca volverán a ser arrasados ni jamás serán destruidos».

La señal de los yugos
(el Joacim del versículo 1 es Sedequías)

Jr. 27.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Al comienzo del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de parte de Jehová a Jeremías:2 Jehová me ha dicho: «Hazte coyundas y yugos, y ponlos sobre tu cuello;3 los enviarás al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de los hijos de Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén para ver a Sedequías, rey de Judá.4 Les mandarás que digan a sus señores que Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, ha dicho: “Así habéis de decir a vuestros señores:5 ‘Yo, con mi gran poder y con mi brazo extendido, hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, y la di a quien quise.6 Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.7 Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y al hijo de su hijo, hasta que llegue también el tiempo de su misma tierra y la reduzcan a servidumbre muchas naciones y grandes reyes.
8 »A la nación y al reino que no sirva a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, castigaré a tal nación con espada, con hambre y con peste, dice Jehová, hasta que acabe con ella por medio de su mano.9 Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, adivinos, soñadores, agoreros o encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia.10 Porque ellos os profetizan mentira, para haceros alejar de vuestra tierra y para que yo os arroje y perezcáis.11 Pero a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y lo sirva, la dejaré en su tierra, dice Jehová, la labrará y habitará en ella’ ”».

Profecía sobre Moab

Jr. 48.1-47 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Acerca de Moab. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
«¡Ay de Nebo,
porque fue destruida!
¡Deshonrada y conquistada fue Quiriataim;
la ciudadela está deshonrada y destruida!
2 ¡Nunca más se alabará Moab!
En Hesbón maquinaron mal contra ella, diciendo:
“¡Venid y borrémosla de entre las naciones!”.
También tú, Madmena, serás cortada;
la espada irá en pos de ti.
3 »¡Gritos vienen de Horonaim,
destrucción y gran quebrantamiento!
4 ¡Moab fue quebrantada:
hicieron que se oyera el clamor de sus pequeños!,
5 pues por la cuesta de Luhit
la gente sube llorando,
porque a la bajada de Horonaim
los enemigos oyen gritos de quebranto.
6 ¡Huid, salvad vuestra vida,
sed como la retama en el desierto!
7 Por cuanto confiaste en tus bienes
y en tus tesoros,
tú también serás conquistada.
Quemos será llevado en cautiverio,
junto con sus sacerdotes y sus príncipes.
8 Vendrá el destructor a cada una de las ciudades,
y ninguna ciudad escapará.
También el valle será arruinado
y arrasada la llanura,
como ha dicho Jehová.
9 »¡Dadle alas a Moab,
para que se vaya volando!,
pues quedarán desiertas sus ciudades
hasta no hallarse en ellas morador alguno».
10 ¡Maldito el que haga con indolencia la obra de Jehová! ¡Maldito el que retraiga de la sangre su espada!
11 Tranquilo estuvo Moab desde su juventud;
sobre sus sedimentos ha estado reposado;
no fue vaciado de vasija en vasija
ni nunca estuvo en cautiverio.
Por eso conservó su propio sabor
y no ha perdido su aroma.
12 «Pero vienen días, ha dicho Jehová, en que yo le enviaré trasvasadores que lo trasvasarán, vaciarán sus vasijas y romperán sus odres.13 Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Bet-el, su confianza.
14 »¿Cómo, pues, diréis: “Somos hombres valientes
y robustos para la guerra”?
15 ¡Destruido es Moab, asoladas sus ciudades
y llevados sus jóvenes al degolladero!,
ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
16 Cercano está el quebrantamiento de Moab,
a punto de llegar;
mucho se apresura su mal.
17 Compadeceos de él
todos los que estáis a su alrededor;
y todos los que sabéis su nombre, decid:
“¡Cómo se quebró la vara fuerte,
el bastón hermoso!”.
18 Desciende de la gloria,
siéntate en tierra seca, moradora hija de Dibón,
porque el destructor de Moab ha subido contra ti,
ha destruido tus fortalezas.
19 Párate en el camino y mira,
moradora de Aroer;
pregunta a la que va huyendo, a la que escapó.
Dile: “¿Qué ha sucedido?”.
20 Se avergonzó Moab, porque fue quebrantado.
¡Lamentaos a gritos!
¡Anunciad en el Arnón
que Moab ha sido destruido!».
21 Vino el juicio sobre la tierra de la llanura; sobre Holón, sobre Jahaza, sobre Mefaat,22 sobre Dibón, sobre Nebo, sobre Bet-diblataim,23 sobre Quiriataim, sobre Bet-gamul, sobre Bet-meón,24 sobre Queriot, sobre Bosra y sobre todas las ciudades de la tierra de Moab, las de lejos y las de cerca.25 Jehová dice:
«Cortado es el poder de Moab
y quebrantado su brazo».
26 ¡Embriagadlo,
porque contra Jehová se engrandeció!
¡Revuélquese Moab sobre su vómito
y sea, también él, motivo de escarnio!
27 ¿Acaso Israel no fue para ti un motivo de escarnio,
como si lo hubieran sorprendido entre ladrones?
Porque tú, cuando de él hablabas,
hacías gestos de burla.
28 ¡Abandonad las ciudades
y habitad entre peñascos,
moradores de Moab!
¡Sed como la paloma que anida al borde del barranco!
29 Hemos oído de la soberbia de Moab,
que es muy soberbio, arrogante,
orgulloso, altivo y altanero de corazón.
30 Dice Jehová: «Yo conozco su cólera,
pero no tendrá efecto alguno.
Sus jactancias de nada le aprovecharán».
31 Por tanto, yo aullaré por Moab,
por todo Moab clamaré,
y gemiré por la gente de Kir-hares.
32 Con llanto por Jazer
lloraré por ti, vid de Sibma;
tus sarmientos pasaron el mar,
llegaron hasta el mar de Jazer.
Sobre tu cosecha y sobre tu vendimia
vino el destructor.
33 La alegría y el regocijo se han acabado
en los campos fértiles de la tierra de Moab.
De los lagares haré que falte el vino,
y no habrá pisador que cante.
No habrá más cantos de júbilo.
34 El clamor de Hesbón llega hasta Eleale; hasta Jahaza dieron su voz; desde Zoar hasta Horonaim y Eglat-selesiyá, porque aun las aguas de Nimrim serán arruinadas.
35 Dice Jehová: «Exterminaré de Moab a quien sacrifique sobre los lugares altos y ofrezca incienso a sus dioses».36 Por eso resuena mi corazón como flautas por causa de Moab, y asimismo resuena mi corazón a modo de flautas por los hombres de Kir-hares, porque se perdieron las riquezas que habían conseguido.37 Porque toda cabeza está rapada y toda barba recortada; en toda mano hay cortaduras, y todos llevan ropa áspera.
38 «Sobre todos los terrados de Moab, y en sus calles, todo será llanto, porque yo quebranté a Moab como a una vasija inútil», dice Jehová.39 ¡Lamentad! ¡Cómo ha sido quebrantado! ¡Cómo volvió la espalda Moab y fue avergonzado! Fue Moab objeto de escarnio y de horror para todos los que están en sus alrededores.
40 Porque así ha dicho Jehová:
«Como un águila volará,
desplegará sus alas contra Moab.
41 Tomadas serán las ciudades
y conquistadas las fortalezas.
Aquel día, el corazón de los valientes de Moab
será como el corazón de mujer en angustias,
42 y Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo,
porque se engrandeció contra Jehová.
43 Miedo, fosa y red contra ti, morador de Moab,
dice Jehová.
44 El que huya del miedo caerá en la fosa,
y el que salga de la fosa quedará atrapado en la red.
Porque yo traeré sobre él, sobre Moab,
el año de su castigo,
dice Jehová.
45 »A la sombra de Hesbón
se detuvieron sin fuerzas los que huían;
mas salió fuego de Hesbón
y una llama de en medio de Sehón,
y quemó el rincón de Moab
y la coronilla de los hijos revoltosos.
46 ¡Ay de ti, Moab!
¡Pereció el pueblo de Quemos!,
porque tus hijos fueron apresados, llevados en cautividad,
y tus hijas fueron puestas en cautiverio.
47 Pero haré volver a los cautivos de Moab
al final de los tiempos,
dice Jehová».
Hasta aquí es el juicio de Moab.

Profecía sobre los amonitas

Jr. 49.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Acerca de los hijos de Amón. Así ha dicho Jehová:
«¿No tiene hijos Israel?
¿No tiene heredero?
¿Por qué Milcom ha hecho de Gad su heredad,
y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?
2 Por tanto, vienen días,
dice Jehová,
en que haré oir el grito de guerra
en Rabá de los hijos de Amón.
Será convertida en un montón de ruinas,
sus ciudades serán incendiadas
e Israel tomará por heredad a quienes los tomaron a ellos.
Esto dice Jehová.
3 »¡Laméntate, Hesbón, porque Hai ha sido destruida!
¡Gritad, hijas de Rabá,
vestíos de ropas ásperas,
haced lamentación y rodead los vallados!,
porque Milcom fue llevado en cautiverio
juntamente con sus sacerdotes y sus príncipes.
4 ¿Por qué te glorías de los valles?,
de tu fértil valle, tú, hija rebelde,
que confías en tus tesoros
y dices: “¿Quién vendrá contra mí?”.
5 He aquí yo traigo el miedo sobre ti,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos,
desde todos tus alrededores.
Seréis lanzados cada uno de vosotros hacia adelante, con violencia,
y no habrá quien acoja a los fugitivos.
6 Después de esto, haré volver a los cautivos de los hijos de Amón,
dice Jehová».

Agosto 19
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Agosto 19

Profecía sobre Edom

Jr. 49.7-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 Acerca de Edom. Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
«¿No hay más sabiduría en Temán?
¿Se agotó el consejo en los sabios?
¿Se corrompió su sabiduría?
8 ¡Huid, volveos atrás,
habitad en lugares profundos, moradores de Dedán!,
porque el quebranto de Esaú traeré sobre él
en el tiempo en que lo castigue.
9 Si vendimiadores hubieran venido contra ti,
¿no habrían dejado rebuscos?
Si ladrones hubieran venido de noche,
¿no habrían tomado lo que les bastara?
10 Mas yo desnudaré a Esaú,
pondré al descubierto sus escondrijos
y no podrá esconderse;
será destruida su descendencia,
sus hermanos y sus vecinos,
y dejará de ser.
11 ¡Deja tus huérfanos, yo los criaré,
y en mí confiarán tus viudas!
12 »Así ha dicho Jehová: Los que no estaban condenados a beber la copa, la beberán ciertamente. ¿Y serás tú absuelto del todo? ¡No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás!13 Porque por mí mismo he jurado, dice Jehová, que espanto, afrenta, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán ruinas para siempre».
14 He oído esta noticia:
que de parte de Jehová se había enviado un mensajero
a decir a las naciones:
«¡Juntaos, venid contra ella,
subid a la batalla!».
15 Te haré pequeño entre las naciones,
menospreciado entre los hombres.
16 Te engañaron tu arrogancia
y la soberbia de tu corazón.
Tú, que habitas en las hendiduras de las peñas,
que alcanzas las alturas del monte,
aunque eleves como el águila tu nido,
de allí te haré descender,
dice Jehová.
17 »Edom se convertirá en espanto. Todo aquel que pase por ella se asombrará, se burlará de todas sus calamidades.18 Como sucedió en la destrucción de Sodoma, de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, tampoco allí habitará nadie, ningún ser humano habitará en ella.
19 »Yo, como un león que sube
de la espesura del Jordán al verde prado,
muy pronto los haré huir de ella,
y pondré en ella al que yo escoja,
porque ¿quién es semejante a mí? ¿Quién me emplazará?
¿Quién será el pastor que pueda resistirme?
20 Por tanto, oíd el plan que Jehová ha acordado acerca de Edom,
y las decisiones que ha tomado acerca de los moradores de Temán.
Ciertamente, a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán,
y los destruirán junto con sus pastizales.
21 Por el estruendo de la caída de ellos, la tierra temblará,
y el eco de su voz se oirá hasta en el Mar Rojo.
22 Como un águila subirá y volará,
y desplegará sus alas contra Bosra.
Aquel día el corazón de los valientes de Edom
será como el corazón de una mujer en angustias».

Jeremías pronuncia estas profecías en presencia de Sedequías

Jr. 27.12-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Hablé también a Sedequías, rey de Judá, conforme a todas estas palabras, diciendo: «Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia, servidle a él y a su pueblo, y vivid.13 ¿Por qué moriréis tú y tu pueblo a espada, de hambre y de peste, según ha dicho Jehová de la nación que no sirva al rey de Babilonia?14 No oigáis las palabras de los profetas que os hablan diciendo: “No serviréis al rey de Babilonia”, porque os profetizan mentira.15 Porque yo no los envié, ha dicho Jehová, y ellos profetizan falsamente en mi nombre, para que yo os arroje y perezcáis vosotros y los profetas que os profetizan».
16 También a los sacerdotes y a todo este pueblo hablé diciendo: «Así ha dicho Jehová: No escuchéis las palabras de vuestros profetas que os profetizan diciendo: “Los utensilios de la casa de Jehová volverán de Babilonia muy pronto”; porque os profetizan mentira.17 No los escuchéis, sino servid al rey de Babilonia y vivid. ¿Por qué habrá de ser asolada esta ciudad?18 Y si ellos son profetas y está con ellos la palabra de Jehová, oren ahora a Jehová de los ejércitos para que los utensilios que han quedado en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén, no vayan a Babilonia»,19 porque así ha dicho Jehová de los ejércitos acerca de aquellas columnas, del estanque, de las basas y del resto de los utensilios que quedan en esta ciudad,20 que no quitó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando transportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los nobles de Judá y de Jerusalén.21 Esto, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedaron en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén:22 A Babilonia serán transportados, y allí estarán hasta el día en que yo los visite, dice Jehová. Después los traeré y los restauraré a este lugar».

Jeremías y el profeta Hananías

Jr. 28.1-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el mismo año, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías hijo de Azur, profeta que era de Gabaón, me habló en la casa de Jehová delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:2 «Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: “Quebranté el yugo del rey de Babilonia.3 Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia,4 y yo haré volver a este lugar a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los transportados de Judá que entraron en Babilonia, dice Jehová; porque yo quebrantaré el yugo del rey de Babilonia”».
5 Entonces respondió el profeta Jeremías al profeta Hananías delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová.6 Dijo el profeta Jeremías: «¡Amén, así lo haga Jehová! Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar.7 Con todo, oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos y en los oídos de todo el pueblo:8 Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y peste contra muchas tierras y contra grandes reinos.9 Cuando se cumpla la palabra del profeta que profetiza paz, entonces él será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió».
10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró.11 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: «Así ha dicho Jehová: “De esta manera, dentro de dos años, romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones”».
Siguió Jeremías su camino.12 Después que el profeta Hananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:13 «Ve y habla a Hananías, diciendo: “Así ha dicho Jehová: Yugos de madera quebraste, pero en vez de ellos harás yugos de hierro.14 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y han de servirle; y aun también le he dado las bestias del campo”».15 Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Hananías: «¡Escucha ahora, Hananías! Jehová no te envió, y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo.16 Por tanto, así ha dicho Jehová: “Yo te quito de sobre la faz de la tierra; en este año morirás, porque has hablado rebelión contra Jehová”».17 En el mismo año murió Hananías, en el mes séptimo.

Caída de Babilonia

Jr. 50.1-3 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías:
2 «Anunciadlo en las naciones, hacedlo saber;
levantad también bandera, publicadlo y no lo encubráis;
decid: “¡Conquistada ha sido Babilonia!
¡Bel está avergonzado!
¡Merodac está deshecho,
destruidas sus esculturas, destrozados sus ídolos!”.
3 ¡Porque ha subido contra ella una nación del norte!,
que hará de su tierra un objeto de espanto.
No habrá hombre ni animal que en ella more;
todos han huido, se han marchado.

Regreso de los israelitas

Jr. 50.4-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 »En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová,
vendrán los hijos de Israel,
ellos y los hijos de Judá juntamente.
Irán andando y llorando,
y buscarán a Jehová, su Dios.
5 Preguntarán por el camino de Sión,
hacia donde volverán sus rostros, diciendo:
“¡Venid y unámonos a Jehová
con un pacto eterno que jamás se eche en el olvido!”.
6 »Como ovejas perdidas era mi pueblo:
sus pastores las extraviaron,
por los montes las descarriaron;
anduvieron de monte en collado
y se olvidaron de sus rediles.
7 Todos los hallaban, los devoraban;
decían sus enemigos: “No pecaremos,
porque ellos pecaron contra Jehová, morada de justicia,
contra Jehová, esperanza de sus padres”.
8 »¡Huid de en medio de Babilonia,
salid de la tierra de los caldeos,
sed como los machos cabríos que van delante del rebaño!
9 Porque yo levanto y hago subir contra Babilonia
una reunión de grandes pueblos de la tierra del norte;
desde allí se prepararán contra ella,
y será conquistada.
Sus flechas son como las de un valiente experto,
que no volverá vacío.
10 Y Caldea será para botín;
todos los que la saqueen se saciarán,
dice Jehová.

Caída de Babilonia

Jr. 50.11-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 »Cómo os alegrasteis,
cómo os gozasteis destruyendo mi heredad,
cómo os llenasteis cual novilla sobre la hierba
y relinchasteis cual los caballos.
12 Vuestra madre se avergonzó mucho;
confundida quedó la que os dio a luz;
será la última de las naciones,
convertida en desierto, sequedal y páramo.
13 Por la ira de Jehová no será habitada,
sino que será asolada por completo.
Todo aquel que pase por Babilonia se asombrará
y se burlará de sus calamidades.
14 ¡Poneos en orden contra Babilonia,
rodeadla todos los que tensáis arco!
¡Tirad contra ella y no escatiméis las flechas,
porque pecó contra Jehová!
15 ¡Gritad contra ella, a su alrededor!
¡Se rindió,
han caído sus cimientos,
derribados son sus muros!
¡Esta es la venganza de Jehová!
¡Tomad venganza de ella;
haced con ella como ella os hizo!
16 Destruid en Babilonia al que siembra
y al que mete la hoz en el tiempo de la siega.
Ante la espada destructora,
cada cual volverá el rostro hacia su pueblo,
cada cual huirá hacia su tierra.

Regreso de Israel

Jr. 50.17-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 »Rebaño descarriado es Israel;
leones lo dispersaron.
»Primero lo devoró el rey de Asiria; Nabucodonosor, rey de Babilonia lo deshuesó después.18 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.
19 »Volveré a traer a Israel a su pastizal;
pacerá en el Carmelo y en Basán,
y en los montes de Efraín y en Galaad se saciará su alma.
20 En aquellos días y en aquel tiempo,
dice Jehová,
la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá;
y los pecados de Judá, y no se hallarán;
porque perdonaré a los que yo haya dejado.

Agosto 20
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Agosto 20

Derrota de Babilonia

Jr. 50.21-46 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 »¡Sube contra la tierra de Merataim,
contra ella y contra los moradores de Pecod!
¡Destruye y mata en pos de ellos,
dice Jehová,
y haz conforme a todo lo que yo te he mandado!».
22 ¡Estruendo de guerra se oye en la tierra,
y de gran quebrantamiento!
23 ¡Cómo fue cortado y quebrado
el martillo de toda la tierra!
¡Cómo se convirtió Babilonia
en objeto de espanto entre las naciones!
24 «Te puse lazos, y sin darte cuenta caíste en ellos, Babilonia;
fuiste hallada, y aun apresada,
porque provocaste a Jehová».
25 Abrió Jehová su tesoro
y sacó los instrumentos de su furor;
porque esta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos,
en la tierra de los caldeos.
26 Venid contra ella desde el extremo de la tierra,
abrid sus almacenes,
convertidla en un montón de ruinas y destruidla.
¡Que no le quede nada!
27 Matad a todos sus novillos;
que vayan al matadero.
¡Ay de ellos, pues ha venido su día,
el tiempo de su castigo!
28 Se oye la voz de los que huyen
y escapan de la tierra de Babilonia,
para dar en Sión las noticias de la retribución de Jehová, nuestro Dios,
de la venganza de su Templo.
29 «Juntad flecheros contra Babilonia,
a todos los que tensan arco;
acampad alrededor de ella,
y que de ella no escape nadie.
Pagadle según su obra;
conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella,
porque contra Jehová se ensoberbeció,
contra el Santo de Israel.
30 Por eso, sus jóvenes caerán en sus plazas,
y todos sus hombres de guerra serán destruidos en aquel día,
dice Jehová.
31 »Nación soberbia, yo estoy contra ti,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos;
porque tu día ha venido, el tiempo en que te castigaré.
32 La nación soberbia tropezará y caerá,
y no tendrá quien la levante.
Prenderé fuego en sus ciudades
y quemaré todos sus alrededores.
33 »Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Oprimidos fueron los hijos de Israel
y los hijos de Judá juntamente;
todos los que los tomaron cautivos los retuvieron
y no los quisieron soltar.
34 El redentor de ellos es el Fuerte
(Jehová de los ejércitos es su nombre).
De cierto defenderá la causa de ellos,
para hacer que repose la tierra
y que se turben los moradores de Babilonia.
35 »Espada contra los caldeos,
dice Jehová,
y contra los moradores de Babilonia,
contra sus príncipes y contra sus sabios.
36 Espada contra los adivinos, y se entontecerán;
espada contra sus valientes, y serán quebrantados.
37 Espada contra sus caballos, contra sus carros
y contra todo el pueblo que está en medio de ella,
y serán como mujeres;
espada contra sus tesoros, y serán saqueados.
38 Sequedad sobre sus aguas, y se secarán;
porque es tierra de ídolos,
y se entontecen con sus ídolos grotescos.
39 »Por tanto, allí morarán fieras del desierto y chacales;
morarán también en ella polluelos de avestruz;
nunca más será poblada
ni se habitará por generaciones y generaciones.
40 Como en la destrucción que Dios hizo de Sodoma, de Gomorra y de sus ciudades vecinas,
dice Jehová,
así nadie morará allí,
ningún ser humano habitará en ella.
41 »Viene un pueblo del norte,
una gran nación, y muchos reyes
se levantarán de los extremos de la tierra.
42 Arco y lanza manejarán;
serán crueles y no tendrán compasión.
Su voz rugirá como el mar, y montarán a caballo.
¡Se prepararán contra ti
como hombres a la pelea, hija de Babilonia!
43 Oyó la noticia el rey de Babilonia
y sus manos se debilitaron;
angustia lo tomó,
dolor como el de una mujer de parto.
44 »Ciertamente yo,
como león que sube de la espesura del Jordán al verde prado,
muy pronto los haré huir de ella,
y pondré en ella al que yo escoja,
porque ¿quién es semejante a mí?
¿Quién me emplazará? ¿Quién será el pastor que pueda resistirme?
45 Por tanto, oíd el plan que Jehová ha acordado contra Babilonia,
y las decisiones que ha tomado contra la tierra de los caldeos:
Ciertamente, a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán
y los destruirán junto con sus pastizales.
46 Al grito de la conquista de Babilonia la tierra tembló,
y el clamor se oyó entre las naciones».

Destrucción de Babilonia

Jr. 51.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así ha dicho Jehová:
«Yo levanto un viento destructor
contra Babilonia y contra sus moradores que se levantan contra mí.
2 Enviaré a Babilonia aventadores que la avienten,
y vaciarán su tierra;
porque se pondrán contra ella
de todas partes en el día del mal.
3 Ordenaré al flechero que tensa su arco
y al que se enorgullece de su coraza,
que no perdonen a sus jóvenes
y que destruyan todo su ejército.
4 Caerán muertos en la tierra de los caldeos
y alanceados en sus calles.
5 Porque Israel y Judá
no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos,
aunque su tierra fue llena de pecado
contra el Santo de Israel.
6 »¡Huid de en medio de Babilonia! ¡Poneos a salvo,
para que no perezcáis a causa de su maldad!,
porque es el tiempo de la venganza de Jehová:
él va a darle su merecido.
7 Una copa de oro que embriagó a toda la tierra
fue Babilonia en la mano de Jehová.
De su vino bebieron los pueblos;
se aturdieron las naciones.
8 ¡De repente cayó Babilonia y se hizo pedazos!
¡Gemid por ella!
Tomad bálsamo para su dolor:
quizá sane».
9 Curamos a Babilonia,
pero no ha sanado.
¡Dejadla ya, y vámonos cada uno a nuestra tierra,
porque ha llegado hasta el cielo su juicio
y se ha alzado hasta las nubes!
10 Jehová sacó a luz nuestras justicias;
venid y contemos en Sión
la obra de Jehová, nuestro Dios.
11 ¡Limpiad las flechas! ¡Embrazad los escudos!
Jehová ha despertado el espíritu de los reyes de Media,
porque contra Babilonia es su pensamiento, para destruirla.
Porque la venganza es de Jehová,
la venganza por su templo.
12 ¡Levantad bandera sobre los muros de Babilonia,
reforzad la guardia,
poned centinelas,
preparad emboscadas!,
porque Jehová planeó y va a poner por obra
lo que ha dicho contra los moradores de Babilonia.
13 Tú, la que moras entre muchas aguas,
rica en tesoros:
ha llegado tu fin,
la medida de tu codicia.
14 Jehová de los ejércitos juró por sí mismo, diciendo:
«Yo te llenaré de hombres como de langostas,
y levantarán contra ti gritería de triunfo».

Babilonia, instrumento de castigo del Señor

Jr. 51.20-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 «Martillo sois para mí,
y armas de guerra:
por medio de ti quebrantaré naciones,
y por medio de ti destruiré reinos.
21 Por medio de ti quebrantaré caballos con sus jinetes,
y por medio de ti quebrantaré carros con quienes los montan.
22 Asimismo por medio de ti quebrantaré a hombres y a mujeres;
por medio de ti quebrantaré a viejos y a jóvenes;
por medio de ti quebrantaré a muchachos y a muchachas.
23 También por medio de ti quebrantaré a pastores con sus rebaños;
por medio de ti quebrantaré a labradores con sus yuntas;
y a jefes y a príncipes quebrantaré por medio de ti.

Castigo de Babilonia

Jr. 51.24-35 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 »Yo pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea
todo el mal que ellos hicieron en Sión delante de vuestros ojos,
dice Jehová.
25 Ciertamente yo,
dice Jehová,
estoy contra ti, monte destructor
que destruiste toda la tierra.
Extenderé mi mano contra ti,
te haré rodar de las peñas
y te reduciré a un monte quemado.
26 Nadie tomará de ti
piedra para esquina ni piedra para cimiento,
porque serás una desolación eterna,
ha dicho Jehová.
27 »¡Alzad bandera en la tierra,
tocad trompeta en las naciones! ¡Preparad pueblos contra ella,
juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini y de Askenaz!
¡Nombrad contra ella un capitán,
haced subir caballos como langostas erizadas!
28 ¡Preparad contra ella naciones,
los reyes de Media, sus capitanes, todos sus príncipes
y todo territorio de su dominio!».
29 Tiembla la tierra y se aflige,
porque son confirmados contra Babilonia los planes de Jehová
para convertir la tierra de Babilonia en un desierto
donde no quede morador alguno.
30 Los valientes de Babilonia dejaron de pelear,
se encerraron en sus fortalezas;
les faltaron las fuerzas,
se volvieron como mujeres;
incendiadas están sus casas,
rotos sus cerrojos.
31 Correo se encuentra con correo,
mensajero se encuentra con mensajero
para anunciar al rey de Babilonia
que su ciudad es tomada por todas partes.
32 Los vados fueron tomados,
los baluartes incendiados
y se aterraron los hombres de guerra.
33 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
«La hija de Babilonia es como una era en tiempo de trilla;
y de aquí a poco le llegará el tiempo de la siega».
34 «Me devoró, me desmenuzó
Nabucodonosor, rey de Babilonia.
Me dejó como un vaso vacío;
me tragó como un dragón,
llenó su vientre con lo mejor de mí,
y me expulsó.
35 ¡Caiga sobre Babilonia
la violencia hecha contra mí y contra mi carne!»,
dice la moradora de Sión.
«Y caiga mi sangre sobre los moradores de Caldea»,
dice Jerusalén.

Promesa a Israel

Jr. 51.36-40 DHH NIV NBD NVI LBLA
36 Por tanto, así ha dicho Jehová:
«Yo juzgo tu causa
y llevaré a cabo tu venganza.
Secaré su mar y haré que sus fuentes queden secas.
37 Y será Babilonia un montón de ruinas,
guarida de chacales,
objeto de espanto y burla, sin morador alguno.
38 Todos a una rugirán como leones;
como cachorros de leones gruñirán.
39 En medio de su calor les prepararé banquetes,
y haré que se embriaguen,
para que se alegren y duerman un sueño eterno
del que no despierten,
dice Jehová.
40 Los haré traer como corderos al matadero,
como carneros y machos cabríos».

Caída de Babilonia

Jr. 51.41-49 DHH NIV NBD NVI LBLA
41 ¡Cómo fue apresada Babilonia!
¡Cómo fue conquistada la que toda la tierra había alabado!
¡Cómo vino a ser Babilonia un objeto de espanto entre las naciones!
42 Subió el mar sobre Babilonia;
por la multitud de sus olas quedó cubierta.
43 Sus ciudades fueron asoladas;
la tierra, un sequedal estéril,
será tierra en la que nadie more
ni pase por ella ningún ser humano.
44 «Juzgaré a Bel en Babilonia
y sacaré de su boca lo que se ha tragado.
Nunca más vendrán naciones a él,
y el muro de Babilonia caerá.
45 ¡Salid de en medio de ella, pueblo mío,
y salvad vuestra vida
del ardor de la ira de Jehová!
46 No desmaye vuestro corazón; no temáis
a causa del rumor que se oirá en el país.
Un año vendrá el rumor,
y nuevo rumor después de otro año.
Habrá violencia en el país
y contienda de un tirano contra otro.
47 Por tanto, he aquí vienen días
en que yo destruiré los ídolos de Babilonia.
Toda su tierra será avergonzada;
todos sus muertos caerán en medio de ella.
48 Los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos
cantarán de gozo contra Babilonia,
porque del norte vendrán contra ella destructores,
dice Jehová.
49 Por los muertos de Israel caerá Babilonia,
como por Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra».

Mensaje a los judíos que están en Babilonia

Jr. 51.50-53 DHH NIV NBD NVI LBLA
50 ¡Los que escapasteis de la espada,
id, no os detengáis!
¡Acordaos de Jehová durante mucho tiempo!
¡Y acordaos de Jerusalén!
51 «Estamos avergonzados,
porque oímos la afrenta;
la confusión cubrió nuestros rostros,
porque vinieron extranjeros
contra los santuarios de la casa de Jehová».
52 Por tanto, Jehová dice:
«Vienen días en que yo destruiré sus ídolos,
y en toda su tierra gemirán los heridos.
53 Aunque suba Babilonia hasta el cielo
y se fortifique en las alturas,
de mí vendrán contra ella destructores,
dice Jehová».

Destrucción de Babilonia

Jr. 51.54-58 DHH NIV NBD NVI LBLA
54 ¡Óyese el clamor de Babilonia
y el gran quebrantamiento de la tierra de los caldeos!
55 Porque Jehová destruye a Babilonia
y quita de ella el gran bullicio.
Braman sus olas,
y como el rugir de muchas aguas resuena la voz de ellos.
56 Pues viene el destructor contra ella, contra Babilonia,
y sus valientes serán apresados,
y el arco de ellos será quebrado.
Porque Jehová, Dios de retribuciones,
da la justa paga.
57 Yo embriagaré a sus príncipes y a sus sabios,
a sus jefes, a sus nobles y a sus guerreros.
Dormirán el sueño eterno y no despertarán,
dice el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
58 Así dice Jehová de los ejércitos:
«El muro ancho de Babilonia
será derribado por completo
y sus altas puertas serán incendiadas.
En vano trabajaron los pueblos,
y las naciones se cansaron solo para el fuego».

Llevan a Babilonia el mensaje de Jeremías

Jr. 51.59-64 DHH NIV NBD NVI LBLA
59 Palabra que envió el profeta Jeremías a Seraías hijo de Nerías hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Seraías dirigía la marcha.60 Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.61 Y dijo Jeremías a Seraías: «Cuando llegues a Babilonia, procura con diligencia leer todas estas cosas.62 Dirás: “Jehová, tú has dicho de este lugar que lo vas a destruir hasta no quedar en él nadie que lo habite, ni hombre ni animal, y que para siempre ha de ser asolado”.63 Y cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra y lo echarás en medio del Éufrates,64 y dirás: “Así se hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella. ¡Caerán rendidos!”». Hasta aquí son las palabras de Jeremías.

Agosto 21
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Agosto 21

593 a.C. Comienza el ministerio profético de Ezequiel

Ezequiel profetizó desde el exilio en Babilonia. Probablemente fue deportado con el rey Joaquín (2 R. 24.12-17. Ez. 1.2,3)

La visión de la gloria divina

Ez. 1.1-28 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.2 En el quinto año de la deportación del rey Joaquín, a los cinco días del mes,3 vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar. Vino allí sobre él la mano de Jehová.
4 Miré, y vi que venía del norte un viento huracanado y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor. En medio del fuego algo semejante al bronce refulgente;5 y en medio de todo vi la figura de cuatro seres vivientes. Esta era su apariencia: había en ellos un parecido a seres humanos.6 Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.7 Sus piernas eran rectas, y la planta de sus pies como pezuñas de becerro que centelleaban a manera de bronce muy bruñido.8 Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos humanas. Sus caras y sus alas estaban por los cuatro lados.9 Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.10 El aspecto de sus caras era como una cara de hombre y una cara de león al lado derecho de los cuatro, y como una cara de buey a la izquierda de los cuatro. Además los cuatro tenían una cara de águila.11 Así eran sus caras. Cada uno tenía dos alas extendidas por encima, las cuales se tocaban entre sí, y con las otras dos cubrían sus cuerpos.12 Cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban, y no se volvían al andar.13 En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos. Parecían antorchas encendidas que se movían entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y de él salían relámpagos.14 Los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.
15 Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre el suelo, junto a los seres vivientes, a los cuatro lados.16 El aspecto de las ruedas y su estructura era semejante al color del crisólito. Las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su estructura eran como una rueda metida en otra.17 Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían al andar.18 Sus llantas eran altas y espantosas, y llenas de ojos alrededor en las cuatro.19 Cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se elevaban de la tierra, las ruedas se elevaban.20 Hacia donde el espíritu las llevaba, ellas iban; hacia donde las llevaba el espíritu, las ruedas también se elevaban tras ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se detenían, se detenían ellas. Asimismo, cuando se elevaban de la tierra, las ruedas se elevaban tras ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.
22 Sobre las cabezas de los seres vivientes había como una bóveda a manera de cristal maravilloso, extendido por encima de sus cabezas.23 Y debajo de la bóveda, las alas de ellos estaban derechas, extendiéndose la una hacia la otra. Cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo.24 Oí el sonido de sus alas cuando andaban. Era como el sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como el ruido de una muchedumbre, como el ruido de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas.25 Y cuando se detenían y bajaban sus alas, se oía una voz de encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas.26 Sobre la bóveda que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro, y sobre la figura del trono había una semejanza, como de un hombre sentado en él.27 Y vi una apariencia como de bronce refulgente, como una apariencia de un fuego dentro de ella en derredor, desde la parte de sus caderas hacia arriba; y desde sus caderas hacia abajo, vi que parecía como fuego y que tenía un resplandor alrededor.28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor.
Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.

Llamamiento de Ezequiel

Ez. 2.1-3.15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Me dijo: «Hijo de hombre, ponte sobre tus pies y hablaré contigo».2 Después de hablarme, entró el espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba.3 Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón, y les dirás: “Así ha dicho Jehová el Señor”.5 Acaso ellos escuchen; pero si no escuchan, porque son una casa rebelde, siempre sabrán que hubo un profeta entre ellos.6 Pero tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. Aunque te hallas entre zarzas y espinos, y habitas con escorpiones, no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son una casa rebelde.7 Les hablarás, pues, mis palabras, ya sea que escuchen o que dejen de escuchar, porque son muy rebeldes.8 Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no seas rebelde, como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que te doy».
9 Miré, y vi una mano extendida hacia mí, y en ella había un libro enrollado.10 Lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritos en él cantos fúnebres, gemidos y ayes.
1 Me dijo: «Hijo de hombre, come lo que tienes ante ti; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel».2 Abrí mi boca y me hizo comer aquel rollo.3 Me dijo: «Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy». Lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
4 Luego me dijo: «Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel y háblales con mis palabras.5 Porque no eres enviado a un pueblo de habla misteriosa ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel;6 no a muchos pueblos de habla misteriosa ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; pero si a ellos te enviara, ellos te escucharían.7 Pero la casa de Israel no te querrá oir, porque no me quiere oir a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón.8 Yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra sus frentes.9 Como el diamante, más fuerte que el pedernal he hecho tu frente; no los temas ni tengas miedo delante de ellos, porque son una casa rebelde».
10 Me dijo: «Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te diré, y pon mucha atención.11 Luego ve y entra adonde están los cautivos, los hijos de tu pueblo. Háblales y diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor”, ya sea que escuchen o que dejen de escuchar».
12 El espíritu me elevó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, que decía: «¡Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar!».13 Oí también el ruido de las alas de los seres vivientes al juntarse la una con la otra, y el ruido de las ruedas delante de ellos, y el ruido de gran estruendo.14 El espíritu, pues, me elevó y me llevó. Yo fui, pero con amargura y lleno de indignación, mientras la mano de Jehová era fuerte sobre mí.15 Y vine a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al río Quebar, y me senté junto con ellos. Allí, durante siete días, permanecí atónito entre ellos.

Dios pone a Ezequiel como centinela

Ez. 3.16-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 Aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo:17 «Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, mi palabra, y los amonestarás de mi parte.18 Cuando yo diga al impío: “De cierto morirás”, si tú no lo amonestas ni le hablas, para que el impío sea advertido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.19 Pero si tú amonestas al impío, y él no se convierte de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu vida.20 Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, y yo pongo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no lo amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no serán tenidas en cuenta; pero su sangre demandaré de tu mano.21 Pero si amonestas al justo para que no peque, y no peca, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu vida».

Ez. 33.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: “Cuando traiga yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga por centinela,3 y él vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo,4 cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se prepare, y viniendo la espada lo hiera, su sangre será sobre su cabeza.5 El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó: su sangre será sobre él; pero el que se prepare, salvará su vida.6 Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se prepara, y viniendo la espada, hiere a alguno de ellos, este fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela.
7 »A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel: tú oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte.8 Cuando yo diga al impío: ‘¡Impío, de cierto morirás!’, si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano.9 Pero si tú avisas al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida”».

Ezequiel se queda mudo

Ez. 3.22-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
22 Vino allí la mano de Jehová sobre mí, y me dijo: «Levántate y sal al campo, y allí hablaré contigo».23 Me levanté y salí al campo; y allí estaba la gloria de Jehová, como la gloria que había visto junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro.24 Entonces entró el espíritu en mí, me afirmó sobre mis pies, me habló y me dijo: «Entra y enciérrate dentro de tu casa.25 En cuanto a ti, hijo de hombre, he aquí que pondrán cuerdas sobre ti, y con ellas te atarán y no podrás salir para estar entre ellos.26 Haré que se te pegue la lengua al paladar, y estarás mudo, y no serás para ellos un hombre que reprende, porque son casa rebelde.27 Pero cuando yo te haya hablado, abriré tu boca y les dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor: El que escucha, que escuche; y el que no quiera escuchar, que no escuche, porque casa rebelde son”.

Agosto 22
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Agosto 22

Ezequiel anuncia el ataque a Jerusalén

Ez. 4.1-5.17 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »Tú, hijo de hombre, tómate un adobe, ponlo delante de ti y diseña sobre él la ciudad de Jerusalén.2 Y pondrás sitio contra ella, construirás contra ella fortaleza, sacarás contra ella baluarte, montarás delante de ella campamento, y contra ella, a su alrededor, colocarás arietes.3 Toma también una plancha de hierro y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad; afirmarás luego tu rostro contra ella, y será en lugar de cerco y la sitiarás. Es una señal para la casa de Israel.
4 »Tú te acostarás sobre tu lado izquierdo y pondrás sobre él la maldad de la casa de Israel. El número de los días que duermas sobre él, llevarás sobre ti la maldad de ellos.5 Yo te he dado los años de su maldad por el número de los días: trescientos noventa días; y así llevarás tú la maldad de la casa de Israel.6 Cumplidos estos, te acostarás por segunda vez, ahora sobre tu lado derecho, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado.7 Hacia el asedio de Jerusalén dirigirás tu rostro, y con tu brazo descubierto profetizarás contra ella.8 He puesto sobre ti ataduras, y no podrás darte vuelta de un lado a otro hasta que hayas cumplido los días de tu asedio.
9 »Toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, mijo y avena; ponlos en una vasija y hazte pan de ellos para el número de los días que te acuestes sobre tu lado: trescientos noventa días comerás de él.10 La comida que comerás será de peso de veinte siclos al día; de tiempo en tiempo la comerás.11 Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás.12 Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza. Lo cocerás a vista de ellos en fuego de excremento humano».
13 Dijo Jehová: «Así comerán los hijos de Israel su pan inmundo, entre las naciones a donde yo los arrojaré».
14 Yo dije: «¡Ah, Señor, Jehová!, mi alma no es impura, ni nunca desde mi juventud hasta este tiempo comí cosa mortecina ni despedazada, ni nunca en mi boca entró carne inmunda».
15 Y me respondió: «He aquí te permito usar estiércol de bueyes en lugar de excremento humano para cocer tu pan».16 Me dijo luego: «Hijo de hombre, quebrantaré el sustento del pan en Jerusalén; comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con espanto,17 para que, al faltarles el pan y el agua, se miren unos a otros con espanto y se consuman en su maldad.
1 »Tú, hijo de hombre, tómate un cuchillo agudo, una navaja de barbero, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; toma después una balanza de pesar y divide los cabellos.2 Una tercera parte quemarás en el fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio; tomarás otra tercera parte y la cortarás con espada alrededor de la ciudad, y la otra tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos.3 Tomarás también de allí unos cuantos y los atarás en la falda de tu manto.4 Tomarás otra vez de ellos, los echarás en medio del fuego y en el fuego los quemarás; de allí saldrá el fuego a toda la casa de Israel».
5 Así ha dicho Jehová, el Señor: «Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras de su alrededor.6 Pero ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras de su alrededor; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos».
7 Por tanto, así ha dicho Jehová: «Porque habéis sido más rebeldes que las naciones que están alrededor de vosotros, porque no habéis andado según mis mandamientos ni habéis guardado mis leyes, y ni siquiera habéis andado según las leyes de las naciones que están alrededor de vosotros,8 Jehová, el Señor, ha dicho: Yo estoy contra ti. Sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones.9 Haré en ti lo que nunca hice ni jamás volveré a hacer, a causa de todas tus abominaciones.10 Por eso los padres se comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos se comerán a sus padres; haré en ti juicios y esparciré a todos los vientos todo lo que quede de ti.11 Por tanto, vivo yo, dice Jehová, el Señor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará ni tendré misericordia.12 Una tercera parte de ti morirá de peste y será consumida de hambre en medio de ti; una tercera parte caerá a espada alrededor de ti, y otra tercera parte esparciré a todos los vientos; y tras ellos desenvainaré espada.
13 »Se consumará mi furor, saciaré en ellos mi enojo y tomaré satisfacción. Entonces sabrán que yo, Jehová, he hablado en mi celo, cuando consuma en ellos mi enojo.14 Te convertiré en ruinas y en afrenta entre las naciones que están alrededor de ti, a los ojos de todo transeúnte.15 Serás afrenta, escarnio, escarmiento y objeto de espanto para las naciones que están alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios con furor e indignación y con reprensiones llenas de ira. Yo, Jehová, he hablado.16 Cuando arroje yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros y quebrantaré entre vosotros el sustento de pan.17 Enviaré, pues, sobre vosotros hambre y bestias feroces que te destruyan; peste y sangre pasarán por en medio de ti, y enviaré sobre ti espada. Yo, Jehová, he hablado».

Profecía contra los montes de Israel

Ez. 6.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel y profetiza contra ellos.3 Dirás: “¡Montes de Israel, oíd palabra de Jehová, el Señor! Así ha dicho Jehová, el Señor, a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo mismo, haré venir sobre vosotros espada y destruiré vuestros lugares altos.4 Vuestros altares serán asolados, vuestras imágenes del sol serán quebradas; haré que vuestros muertos caigan delante de vuestros ídolos.5 Pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y vuestros huesos esparciré alrededor de vuestros altares.6 Dondequiera que habitéis, serán arruinadas las ciudades y los lugares altos serán asolados, para que queden asolados y desiertos vuestros altares. Vuestros ídolos serán quebrados y aniquilados, vuestras imágenes del sol serán destruidas y vuestras obras serán deshechas.7 Los muertos caerán en medio de vosotros, y sabréis que yo soy Jehová.8 Pero dejaré un resto, de modo que tengáis entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seáis esparcidos por las tierras.9 Los que de vosotros escapen, se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de mí, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus ídolos. Se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones.10 Y sabrán que yo soy Jehová; no en vano dije que les había de hacer este mal”».
11 Así ha dicho Jehová, el Señor: «Da palmadas con tus manos y golpea con tu pie, y di: “¡Ay, por todas las grandes abominaciones de la casa de Israel!, porque con espada, con hambre y con peste caerán.12 El que esté lejos morirá de peste, el que esté cerca caerá a espada, y el que quede y sea asediado morirá de hambre”. Así consumaré en ellos mi enojo.13 Sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, alrededor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus ídolos.14 Extenderé mi mano contra ellos, y dondequiera que habiten dejaré la tierra más asolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y conocerán que yo soy Jehová».

El fin viene

Ez. 7.1-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Tú, hijo de hombre, anuncia que así ha dicho Jehová, el Señor, a la tierra de Israel:
»“El fin, el fin viene
sobre los cuatro extremos de la tierra.
3 Ahora será el fin sobre ti,
pues enviaré sobre ti mi furor y te juzgaré según tus caminos,
y pondré sobre ti todas tus abominaciones.
4 Mi ojo no te perdonará ni tendré misericordia,
antes pondré sobre ti tus caminos y en medio de ti estarán tus abominaciones;
y sabréis que yo soy Jehová”.
5 »Así ha dicho Jehová, el Señor:
«¡Un mal, he aquí que viene un mal!
6 ¡Viene el fin, el fin viene;
se ha despertado contra ti;
ciertamente que viene!
7 ¡La mañana viene para ti, morador de la tierra;
el tiempo viene, cercano está el día:
día de tumulto y no de alegría sobre los montes!
8 Ahora pronto derramaré mi ira sobre ti
y consumaré en ti mi furor;
te juzgaré según tus caminos
y pondré sobre ti tus abominaciones.
9 Mi ojo no perdonará ni tendré misericordia.
Según tus caminos pondré sobre ti,
y en medio de ti estarán tus abominaciones;
y sabréis que yo, Jehová, soy el que castiga.
10 »¡Ya viene el día,
ciertamente viene!
Ha llegado el momento;
ha florecido la vara,
ha reverdecido la soberbia.
11 La violencia se ha levantado como vara de maldad;
no quedará ninguno de ellos ni de su multitud,
ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente.
12 El tiempo ha venido,
se acercó el día.
¡No se alegre el que compra ni llore el que vende!,
porque la ira está sobre toda la multitud;
13 porque el que vende no volverá a lo vendido, aunque queden vivos;
porque la visión sobre toda la multitud no se revocará,
y a causa de su iniquidad ninguno podrá conservar la vida.
14 »Tocarán trompeta y prepararán todas las cosas;
pero no habrá quien vaya a la batalla,
porque mi ira está sobre toda la multitud.
15 Fuera, la espada; y dentro, la peste y el hambre.
El que esté en el campo morirá a espada,
y al que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la peste.
16 Los que sobrevivan huirán
y estarán sobre los montes como palomas de los valles,
todos gimiendo, cada uno por su iniquidad.
17 Toda mano se debilitará,
y como el agua se debilitará toda rodilla.
18 Se ceñirán también de ropa áspera
y los cubrirá el terror;
en todo rostro habrá vergüenza
y todas sus cabezas estarán rapadas.
19 Arrojarán su plata a las calles
y su oro será desechado;
ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día del furor de Jehová;
no saciarán su alma ni llenarán sus entrañas,
porque ha sido tropiezo para su maldad.
20 Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia
e hicieron con ello las imágenes de sus abominables ídolos,
por eso se lo convertí en algo repugnante.
21 En manos de extraños la entregué para ser saqueada:
será presa de los impíos de la tierra, y la profanarán.
22 Apartaré de ellos mi rostro
y será violado mi lugar secreto,
pues entrarán en él invasores y lo profanarán.
23 »Haz una cadena,
porque el país está lleno de delitos de sangre
y la ciudad está llena de violencia.
24 Traeré, por tanto, a los más perversos de las naciones,
los cuales poseerán las casas de ellos.
Así haré cesar la soberbia de los poderosos,
y sus santuarios serán profanados.
25 ¡La destrucción llega!
Buscarán la paz, pero no habrá paz.
26 Vendrá quebranto sobre quebranto,
y habrá rumor sobre rumor.
Buscarán respuesta del profeta,
mas la Ley se alejará del sacerdote,
y de los ancianos el consejo.
27 El rey se enlutará,
el gobernante se vestirá de tristeza
y las manos del pueblo de la tierra temblarán.
Según su camino haré con ellos,
y con los juicios de ellos los juzgaré.
Y sabrán que yo soy Jehová».

Visión de las abominaciones en Jerusalén

Ez. 8.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí se posó sobre mí la mano de Jehová, el Señor.2 Miré, y vi una figura con aspecto de hombre; desde sus caderas para abajo, fuego, y desde sus caderas para arriba parecía resplandor; el aspecto era como de bronce refulgente.3 Aquella figura extendió la mano y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el espíritu me alzó entre el cielo y la tierra y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos.4 Allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
5 Me dijo: «Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte». Alcé mis ojos hacia el norte, y vi al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.6 Me dijo entonces: «Hijo de hombre, ¿no ves lo que estos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete, y verás aún mayores abominaciones».
7 Me llevó a la entrada del atrio, y miré, y vi un agujero en la pared.8 Me dijo: «Hijo de hombre, cava ahora en la pared». Yo cavé en la pared, y he aquí una puerta.9 Me dijo luego: «Entra, y ve las malvadas abominaciones que estos hacen allí».10 Entré, pues, y miré, y vi toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados por toda la pared en derredor.11 Y delante de ellos había setenta hombres de entre los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán, en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso.12 Me dijo: «Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: “Jehová no nos ve. Jehová ha abandonado la tierra”».13 Me dijo después: «Vuélvete, verás que estos hacen aún mayores abominaciones».
14 Me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y vi a unas mujeres que estaban allí sentadas llorando a Tamuz.15 Luego me dijo: «¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete, verás aún mayores abominaciones que estas».
16 Me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová, y vi que junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, había unos veinticinco hombres, con sus espaldas vueltas al templo de Jehová y con sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.17 Me dijo: «¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa ligera para la casa de Judá cometer las abominaciones que cometen aquí? Después que han llenado de maldad el país, se volvieron a mí para irritarme; y aplican el ramo a sus narices.18 Pues también yo procederé con furor: mis ojos no mirarán con piedad, no tendré compasión. Gritarán a mis oídos con gran voz, pero no los escucharé».

Agosto 23
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Agosto 23

Visión de la muerte de los culpables

Ez. 9.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Entonces clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: «¡Los verdugos de la ciudad han llegado y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir!».2 Y seis hombres venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano. Al entrar, se detuvieron junto al altar de bronce.
3 La gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, hacia el umbral de la casa. Y llamó Jehová al hombre vestido de lino que tenía a su cintura el tintero de escribano,4 y le dijo Jehová: «Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella».5 A los otros dijo, oyéndolo yo: «Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no miren con piedad vuestros ojos, no tengáis compasión.6 Matad a viejos, a jóvenes y a vírgenes, a niños y a mujeres, hasta que no quede ninguno. Pero a todo aquel sobre el cual esté la señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario». Comenzaron, pues, desde los hombres ancianos que estaban delante del Templo.7 Les dijo: «Contaminad la casa, llenad los atrios de muertos y salid». Y salieron a matar en la ciudad.
8 Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé diciendo: «¡Ah, Señor Jehová!, ¿destruirás a todo el resto de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?».
9 Me dijo: «La maldad de la casa de Israel y de Judá es sobremanera grande, pues la tierra está llena de sangre y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: “Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve”.10 Así, pues, haré yo: mis ojos no mirarán con piedad, no tendré compasión; haré recaer la conducta de ellos sobre sus propias cabezas».
11 Y el hombre vestido de lino, que tenía el tintero a su cintura, respondió una palabra, diciendo: «He hecho conforme a todo lo que me mandaste».

La gloria de Dios abandona el Templo

Ez. 10.1-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Miré, y vi que sobre la bóveda que estaba sobre la cabeza de los querubines había como una piedra de zafiro, que tenía el aspecto de un trono que apareció sobre ellos.2 Habló al hombre vestido de lino, y le dijo: «Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad». Y entró a vista mía.
3 Los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este hombre entró; y la nube llenaba el atrio de adentro.4 Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín hacia el umbral de la puerta; la casa se llenó de la nube y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.5 Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios omnipotente cuando habla.
6 Aconteció, pues, que al mandar al hombre vestido de lino, diciendo: «Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines», él entró y se detuvo entre las ruedas.7 Un querubín extendió su mano de en medio de los querubines al fuego que estaba entre ellos, y tomó de él y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tomó y salió.8 Y apareció en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas.
9 Miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito.10 En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma estructura, como si estuviera una en medio de otra.11 Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando andaban.12 Todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas, todo estaba lleno de ojos alrededor de sus cuatro ruedas.13 A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: «¡Rueda!».14 Cada uno tenía cuatro caras: la primera era un rostro de querubín, y la segunda, de hombre; la tercera era una cara de león, y la cuarta una cara de águila.
15 Se elevaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el río Quebar.16 Cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse de la tierra, las ruedas tampoco se separaban de ellos.17 Cuando se detenían ellos, ellas se detenían, y cuando ellos se elevaban, se elevaban con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
18 Entonces la gloria de Jehová se elevó de sobre el umbral de la casa, y se puso sobre los querubines.19 Y alzando los querubines sus alas, se elevaron de la tierra ante mis ojos. Cuando ellos salieron, también las ruedas se elevaron al lado de ellos, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová; y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos.
20 Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al río Quebar, y me di cuenta de que eran querubines.21 Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos humanas debajo de sus alas.22 La semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.

Reprensión de los príncipes malvados

Ez. 11.1-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 El espíritu me elevó y me llevó a la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente; y he aquí, a la entrada de la puerta, veinticinco hombres, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur, y a Pelatías hijo de Benaía, jefes del pueblo.2 Me dijo: «Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad y dan en esta ciudad mal consejo.3 Ellos dicen: “No será tan pronto; edifiquemos casas; esta será la olla, y nosotros la carne”.4 Por tanto, profetiza contra ellos, ¡profetiza, hijo de hombre!».
5 Vino sobre mí el espíritu de Jehová y me dijo: «Di: “Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu yo las he entendido.6 Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad; habéis llenado de muertos sus calles.7 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne y ella es la olla; pero yo os sacaré a vosotros de en medio de ella.8 A la espada habéis temido, y la espada traeré sobre vosotros, dice Jehová, el Señor.9 Os sacaré de en medio de ella, os entregaré en manos de extraños y haré juicios entre vosotros.10 A espada caeréis; en los límites de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová.11 La ciudad no os será por olla ni vosotros seréis la carne en medio de ella; en los límites de Israel os juzgaré.12 Y sabréis que yo soy Jehová; porque no habéis andado en mis estatutos ni habéis obedecido mis decretos, sino que habéis hecho según las costumbres de las naciones que os rodean”».
13 Y aconteció que mientras yo profetizaba, aquel Pelatías hijo de Benaía, murió. Entonces me postré rostro a tierra y clamé a gran voz, y dije: «¡Ah, Señor, Jehová!, ¿destruirás del todo al resto de Israel?»

Promesa de restauración y renovación

Ez. 11.14-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:15 «Hijo de hombre, tus hermanos, tus propios hermanos, los hombres de tu parentela y toda la casa de Israel, son aquellos a quienes dijeron los habitantes de Jerusalén: “Alejaos de Jehová; a nosotros es dada la tierra en posesión”.16 Por tanto, di: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Aunque los he arrojado lejos entre las naciones y los he esparcido por las tierras, con todo les seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen”.17 Di, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos y os daré la tierra de Israel.18 Volverán allá, y quitarán de ella todas sus idolatrías y todas sus abominaciones.19 Y les daré otro corazón y pondré en ellos un nuevo espíritu; quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne y les daré un corazón de carne,20 para que anden en mis ordenanzas y guarden mis decretos y los cumplan, y sean mi pueblo y yo sea su Dios.21 Pero a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová, el Señor”».

La gloria del Señor se aleja de Jerusalén

Ez. 11.22-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
22 Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas iban en pos de ellos y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos.23 La gloria de Jehová se elevó de en medio de la ciudad y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad.24 Luego me levantó el espíritu y me volvió a llevar en visión del espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a donde estaban los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.25 Entonces referí a los cautivos todas las cosas que Jehová me había mostrado.

Salida de Ezequiel en señal de la cautividad

Ez. 12.1-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde. Tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oir, y no oyen, porque son una casa rebelde.3 Por tanto tú, hijo de hombre, prepárate enseres de marcha, y parte de día a la vista de ellos. Te pasarás de tu lugar a otro lugar a la vista de ellos, por si tal vez atienden, porque son una casa rebelde.4 Sacarás tus enseres de día a la vista de ellos, como enseres para el destierro; pero tú saldrás por la tarde a la vista de ellos, como quien sale en cautiverio.5 Ante sus propios ojos te abrirás paso a través de la pared, y saldrás por ella.6 Ante sus propios ojos los llevarás sobre tus hombros, de noche los sacarás; cubrirás tu rostro y no mirarás el país, porque por señal te he dado a la casa de Israel».
7 Yo hice como se me había mandado; saqué mis enseres de día, como enseres para el destierro, y a la tarde me abrí paso a través de la pared con mi propia mano; salí de noche, y los llevé sobre los hombros a la vista de ellos.
8 Por la mañana vino a mí palabra de Jehová, diciendo:9 «Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, aquella casa rebelde: “Qué haces”?10 Diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Esta profecía se refiere al gobernante en Jerusalén y a toda la casa de Israel que está en medio de ella”.11 Diles: “Yo soy vuestra señal. Como yo hice, así se hará con vosotros: partiréis al destierro, en cautividad.12 Y al gobernante que está en medio de ellos, lo llevarán a cuestas de noche, y saldrán. A través de la pared abrirán un paso para sacarlo por ella, y cubrirá su rostro para no ver con sus ojos el país.13 Pero yo extenderé mi red sobre él y caerá preso en mi trampa, y lo haré llevar a Babilonia, a la tierra de los caldeos; pero no la verá, y allá morirá.14 A todos los que estén alrededor de él para ayudarlo, y a todas sus tropas, esparciré a todos los vientos, y desenvainaré la espada en pos de ellos.15 Y sabrán que yo soy Jehová cuando los disperse entre las naciones y los esparza por la tierra.16 Haré que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde lleguen. Y sabrán que yo soy Jehová”».

Nuevo anuncio de castigo

Ez. 12.17-28 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:18 «Hijo de hombre, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y con ansiedad.19 Di al pueblo de la tierra que así ha dicho Jehová, el Señor, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre la tierra de Israel: “Su pan comerán con temor, y con espanto beberán su agua, porque su tierra será despojada de su plenitud por la maldad de todos los que en ella habitan.20 Las ciudades habitadas quedarán desiertas y la tierra será asolada. Y sabréis que yo soy Jehová”».
21 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:22 «Hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, que dice: “Se van prolongando los días y desaparecerá toda visión”?23 Diles, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Haré cesar este refrán y no lo repetirán más en Israel”. Diles, pues: “Se han acercado aquellos días y el cumplimiento de toda visión.24 Porque no habrá más visión vana, ni habrá adivinación de lisonjeros en medio de la casa de Israel.25 Porque yo, Jehová, hablaré, y se cumplirá la palabra que yo hable; no se tardará más, sino que en vuestros días, casa rebelde, hablaré palabra y la cumpliré, dice Jehová, el Señor”».
26 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:27 «Hijo de hombre, ahora los de la casa de Israel dicen: “La visión que este ve es para dentro de muchos días; para lejanos tiempos profetiza este”.28 Diles, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová, el Señor”».

Agosto 24
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Agosto 24

Condenación de los falsos profetas

Ez. 13.1-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: “Oíd palabra de Jehová.3 Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu y que nada han visto!4 Como zorras en los desiertos han sido tus profetas, Israel.5 No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel para que resista firme en la batalla en el día de Jehová.6 Han visto vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ‘Ha dicho Jehová’, pero Jehová no los envió. Con todo, esperan que confirme la palabra de ellos.7 ¿No habéis visto visión vana y no habéis dicho adivinación mentirosa, puesto que decís: ‘Dijo Jehová’, no habiendo yo hablado?”.
8 »Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “Porque habéis hablado vanidad y habéis visto mentira, por eso, yo estoy contra vosotros, dice Jehová, el Señor.9 Mi mano estará contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en el consejo de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán. Y sabréis que yo soy Jehová, el Señor.10 Sí, por cuanto han engañado a mi pueblo, diciendo: ‘Paz’, no habiendo paz; y porque cuando uno levantaba una pared, ellos la recubrían con lodo suelto,11 di a los recubridores que el lodo suelto se caerá: vendrá una lluvia torrencial y yo enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y un viento tempestuoso la romperá.12 Y he aquí que cuando la pared haya caído, ¿no os preguntarán dónde está la mezcla con que la recubristeis?”.13 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “Haré que la rompa un viento tempestuoso con mi ira, y una lluvia torrencial vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para destruir.14 Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento. Caerá y seréis consumidos en medio de ella, y sabréis que yo soy Jehová.15 Consumaré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto, y os diré que no existe la pared ni los que la recubrieron:16 los profetas de Israel que profetizan acerca de Jerusalén y que vieron para ella visión de paz, no habiendo paz, dice Jehová, el Señor”.

El Señor condena a las profetisas

Ez. 13.17-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 »Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas.18 Di: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo para mantener así vuestra propia vida?19 ¿Y habéis de profanarme en medio de mi pueblo por unos puñados de cebada y unos pedazos de pan, matando a las personas que no deben morir y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?”.
20 »Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “Yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con las que cazáis las almas al vuelo. Yo las libraré de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que cazáis al vuelo.21 Romperé asimismo vuestros velos mágicos y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más como presa en vuestra mano. Y sabréis que yo soy Jehová.22 Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y fortalecisteis las manos del impío para que no se apartara de su mal camino, infundiéndole ánimo,23 por eso, no veréis más visión vana ni practicaréis más la adivinación. Yo libraré a mi pueblo de vuestras manos. Y sabréis que yo soy Jehová”».

Contra el culto a los ídolos

Ez. 14.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí.2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:3 «Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?4 Háblales, por tanto, y diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que haya puesto sus ídolos en su corazón y que haya establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y que acuda al profeta, yo, Jehová, responderé al que acuda conforme a la multitud de sus ídolos,5 para tomar a la casa de Israel por el corazón, ya que se han apartado de mí todos ellos a causa de sus ídolos”.
6 »Por tanto, di a la casa de Israel: “Así dice Jehová, el Señor: Convertíos, volveos de vuestros ídolos y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.7 Porque cualquier hombre de la casa de Israel y de los extranjeros que habitan en Israel, que se haya apartado de andar en pos de mí, y que haya puesto sus ídolos en su corazón y haya establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y que acuda al profeta para preguntarle por mí, yo, Jehová, le responderé por mí mismo;8 pondré mi rostro contra aquel hombre, lo pondré por señal y por escarmiento, y lo eliminaré de en medio de mi pueblo. Y sabréis que yo soy Jehová.9 Y cuando el profeta sea engañado y hable alguna palabra, yo, Jehová, engañé a tal profeta. Extenderé mi mano contra él y lo eliminaré de en medio de mi pueblo Israel.10 Y llevarán ambos el castigo de su maldad: como la maldad del que consulte, así será la maldad del profeta,11 para que la casa de Israel no se desvíe más de en pos de mí, ni se contamine más en todas sus rebeliones; y sea mi pueblo y yo sea su Dios, dice Jehová, el Señor”».

Justicia del castigo de Jerusalén

Ez. 14.12-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:13 «Hijo de hombre, cuando la tierra peque contra mí rebelándose pérfidamente, y extienda yo mi mano sobre ella, le corte el sustento de pan, envíe sobre ella hambre y extermine de ella a hombres y bestias,14 si estuvieran en medio de ella estos tres hombres: Noé, Daniel y Job, solo ellos, por su justicia, librarían sus propias vidas, dice Jehová, el Señor.15 Y si yo hiciera pasar bestias feroces por la tierra y la asolaran, y quedara desolada de modo que nadie pase por allí a causa de las fieras,16 y si estos tres hombres estuvieran en medio de ella, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que ni a sus hijos ni a sus hijas librarían; ellos solos serían librados, y la tierra quedaría desolada.17 O si yo trajera espada sobre la tierra, y dijera: “¡Espada, pasa por la tierra!”, e hiciera exterminar de ella a hombres y bestias,18 y si estos tres hombres estuvieran en medio de ella, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no librarían a sus hijos ni a sus hijas. Ellos solos serían librados.19 O si enviara pestilencia sobre esa tierra y derramara mi ira sobre ella con sangre, para exterminar de ella a hombres y a bestias,20 y estuvieran en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no librarían a hijo ni a hija. Solamente ellos, por su justicia, librarían sus propias vidas.
21 »Por lo cual, así ha dicho Jehová, el Señor: “¡Cuánto más cuando yo envíe contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles: espada, hambre, fieras y peste, para exterminar de ellas a hombres y a bestias!22 Sin embargo, he aquí quedará en ella un resto, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, veréis su camino y sus hechos y seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre ella.23 Ellos os consolarán cuando veáis su conducta y sus hechos, y comprenderéis que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice Jehová, el Señor”».

Jerusalén es como una vid inútil

Ez. 15.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 «Hijo de hombre,
¿qué es la madera de la vid más que cualquier otra madera?
¿Qué es el sarmiento entre los árboles del bosque?
3 ¿Tomarán de ella madera para hacer alguna obra?
¿Tomarán de ella una estaca para colgar algo en ella?
4 He aquí, es puesta en el fuego para ser consumida.
Cuando sus dos extremos haya consumido el fuego
y la parte de en medio se haya quemado,
¿servirá para obra alguna?
5 Si cuando estaba entera no servía para obra alguna,
¿cuánto menos después que el fuego la haya consumido y que haya sido quemada?
¿Servirá más para obra alguna?
6 »Por tanto, así dice Jehová, el Señor:
»Como a la madera de la vid entre los árboles del bosque,
la cual entregué al fuego para que la consumiera,
así haré a los moradores de Jerusalén.
7 Pondré mi rostro contra ellos;
aunque del fuego se escaparon, fuego los consumirá.
Y sabréis que yo soy Jehová,
cuando ponga mi rostro contra ellos.
8 Y convertiré la tierra en desolación,
por cuanto cometieron prevaricación,
dice Jehová, el Señor».

Infidelidad de Jerusalén

Ez. 16.1-43 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus abominaciones,3 y dile: “Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea.4 Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte ni frotada con sal, ni fuiste envuelta en pañales.5 No hubo ojo que se compadeciera de ti para hacerte algo de eso, sintiendo lástima por ti; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.
6 »Yo pasé junto a ti y te vi sucia en tus sangres. Y cuando estabas en tus sangres te dije: ‘¡Vive!’. Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ‘¡Vive!’.7 Te hice crecer como la hierba del campo; creciste, te hiciste grande y llegaste a ser muy hermosa. Tus pechos se habían formado y tu pelo había crecido, ¡pero estabas desnuda por completo!
8 »Pasé otra vez junto a ti y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores. Entonces extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez; te hice juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová, el Señor, y fuiste mía.9 Te lavé con agua, lavé tus sangres de encima de ti y te ungí con aceite.10 Luego te puse un vestido bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda.11 Te atavié con adornos, puse brazaletes en tus brazos y un collar en tu cuello.12 Puse joyas en tu nariz, zarcillos en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza.13 Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido bordado era de lino fino y seda. Comiste flor de harina de trigo, miel y aceite. Fuiste embellecida en extremo y prosperaste hasta llegar a reinar.14 Tu fama se difundió entre las naciones a causa de tu belleza, que era perfecta por el esplendor que yo puse sobre ti, dice Jehová, el Señor.
15 »Pero confiaste en tu belleza, te prostituiste a causa de tu fama y derramaste tu lujuria sobre cuantos pasaban. ¡Suya fuiste!16 Tomaste de tus vestidos, te hiciste diversos lugares altos y fornicaste sobre ellos. ¡Cosa semejante nunca había sucedido ni volverá a suceder!17 Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de oro y de plata, que yo te había dado, te hiciste imágenes de hombre y fornicaste con ellas.18 Tomaste tus vestidos de diversos colores y las cubriste, y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas.19 Mi pan también, que yo te había dado, la flor de harina, el aceite y la miel, con lo que yo te mantuve, lo pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así, dice Jehová, el Señor.20 Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los sacrificaste a ellas para que fueran consumidos. ¿Eran poca cosa tus fornicaciones,21 que degollaste también a mis hijos y los ofreciste a aquellas imágenes como ofrenda que el fuego consumía?22 Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda por completo, cuando estabas envuelta en tu sangre.
23 »Y sucedió que después de toda tu maldad (¡ay, ay de ti!, dice Jehová, el Señor),24 te edificaste lugares altos y te hiciste altar en todas las plazas.25 En cada cabecera de camino edificaste un lugar alto e hiciste abominable tu hermosura: te ofreciste a cuantos pasaban y multiplicaste tus fornicaciones.26 Fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, robustos de cuerpo; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme.27 Por tanto, he aquí que yo extendí contra ti mi mano y disminuí tu provisión ordinaria. Te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen y se avergüenzan de tu conducta indecente.28 Fornicaste también con los asirios, por no haberte saciado; fornicaste con ellos y tampoco te saciaste.29 Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos, y tampoco con esto te saciaste.
30 »¡Cuán inconstante es tu corazón, dice Jehová, el Señor, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una prostituta desvergonzada,31 edificando tus lugares altos en cada cabecera de camino y levantando tus altares en todas las plazas! Pero no fuiste semejante a una prostituta en que menospreciaste la paga.32 Fuiste como la mujer adúltera que en lugar de su marido recibe a extraños.33 A todas las prostitutas les dan regalos; pero tú diste tus regalos a todos tus amantes. Les diste presentes, para que de todas partes vinieran a ti en tus fornicaciones.34 Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y tú das la paga, en lugar de recibirla; por eso has sido diferente.
35 »Por tanto, prostituta, oye palabra de Jehová.36 Así dice Jehová, el Señor: Por cuanto han sido descubiertas tus desnudeces en tus fornicaciones, y tu vergüenza ha sido manifestada a tus amantes y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste,37 por eso, yo reuniré a todos tus amantes con los cuales tuviste placer, y a todos los que amaste, y también a todos los que aborreciste. Los reuniré alrededor de ti, y delante de ellos descubriré tu desnudez, y ellos verán toda tu desnudez.38 Yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras y de las que derraman sangre, y traeré sobre ti sangre de ira y de celos.39 Te entregaré en manos de ellos, y ellos destruirán tus lugares altos y derribarán tus altares. Te despojarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas alhajas y te dejarán desnuda por completo.40 Harán subir contra ti una muchedumbre de gente, que te apedreará y te atravesará con sus espadas.41 Incendiarán tus casas, y harán en ti juicios en presencia de muchas mujeres. Así haré que dejes de ser una prostituta y que ceses de prodigar tus favores.42 Así saciaré mi ira sobre ti, se apartará de ti mi celo y descansaré para no volver a enojarme.43 Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud y me provocaste a ira en todo esto, por eso, yo también traeré tu conducta sobre tu propia cabeza, dice Jehová, el Señor; pues ni aun has pensado sobre toda tu lujuria.

Agosto 25
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Agosto 25

De tal madre, tal hija

Ez. 16.44-63 DHH NIV NBD NVI LBLA
44 »He aquí, todo el que usa de refranes te aplicará a ti el refrán que dice: ‘Cual la madre, tal la hija’.45 Hija eres tú de tu madre, que desechó a su marido y a sus hijos; y hermana eres de tus hermanas, que desecharon a sus maridos y a sus hijos; vuestra madre fue una hetea y vuestro padre un amorreo.46 Tu hermana mayor es Samaria, ella y sus hijas, que habitan al norte de ti; y tu hermana menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita al sur de ti.47 Ni aun anduviste en sus caminos ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco, y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos.48 Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como hiciste tú y tus hijas.49 Esta fue la maldad de Sodoma, tu hermana: soberbia, pan de sobra y abundancia de ocio tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del necesitado.50 Se llenaron de soberbia e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi, las quité.51 Sin embargo, Samaria no cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que hiciste.52 Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en los pecados que cometiste, más abominables que los de ellas. ¡Más justas son que tú! Avergüénzate, pues, tú también, y carga con tu ignominia, por cuanto has justificado a tus hermanas.
53 »Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y haré volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas,54 para que cargues con tu ignominia y te avergüences de todo lo que has hecho, siendo tú motivo de consuelo para ellas.55 Tus hermanas: Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer estado. También tú y tus hijas volveréis a vuestro primer estado.56 Tu hermana Sodoma no era digna de mención en tu boca en el tiempo de tus soberbias,57 antes que tu maldad fuera descubierta. Así también, ahora llevas tú la afrenta de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos, las cuales por todos lados te desprecian.58 Sufre tú el castigo de tu lujuria y de tus abominaciones, dice Jehová.
59 »Pero aún más ha dicho Jehová, el Señor: Yo no haré contigo como tú hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto.60 Antes bien, yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto eterno.61 Te acordarás de tu conducta, y te avergonzarás cuando recibas a tus hermanas, las mayores que tú y las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, aunque no por tu pacto,62 sino por mi pacto que confirmaré contigo. Y sabrás que yo soy Jehová;63 para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehová, el Señor”».

Sedequías se rebela contra Nabucodonosor

2 R. 24.20b DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Después Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

2 Cr. 36.13 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 Se rebeló asimismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado fidelidad delante de Dios. Fue obstinado y se empeñó en no volverse a Jehová, el Dios de Israel.

Jr. 52.3b DHH NIV NBD NVI LBLA
3 Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

Parábola de las águilas y la vid

Ez. 17.1-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, propón una figura y narra una parábola a la casa de Israel.3 Dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor:
»Una gran águila,
de grandes alas y largos miembros,
llena de plumas de diversos colores,
vino al Líbano
y tomó el cogollo de un cedro.
4 Arrancó el principal de sus renuevos,
lo llevó a tierra de mercaderes
y lo puso en una ciudad de comerciantes.
5 Tomó también de la simiente de la tierra
y la puso en un campo bueno para sembrar.
La plantó junto a aguas abundantes,
a manera de un sauce.
6 Brotó, se hizo una vid
de mucho ramaje y poca altura;
sus ramas miraban al águila
y sus raíces estaban debajo de ella.
Así que se convirtió en una vid
que hizo sarmientos y echó mugrones.
7 »Había también otra gran águila,
de grandes alas y espeso plumaje.
Y he aquí, la vid llevó hacia ella sus raíces
y extendió hacia ella sus ramas,
para ser regada por ella
por los surcos de su plantío.
8 En un buen campo, junto a muchas aguas, fue plantada,
para que echara ramas y diera fruto,
y para que fuera vid robusta”.
9 »Diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor:
¿Será prosperada?
¿No arrancará sus raíces,
destruirá su fruto y se secará?
Todas sus hojas lozanas se secarán;
y eso sin gran poder ni mucha gente
para arrancarla de raíz.
10 He aquí, está plantada:
¿Será prosperada? ¿No se secará del todo
cuando el viento del este la toque?
¡En los mismos surcos de su verdor, se secará!”».
11 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:12 «Di ahora a la casa rebelde: “¿No habéis entendido qué significan estas cosas?”. Diles: “He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a tu rey y a sus jefes y los llevó consigo a Babilonia.13 Tomó también a uno de la descendencia real, hizo pacto con él y le hizo prestar juramento. Y se llevó consigo a los poderosos de la tierra,14 para que el reino fuera abatido y no se levantara, a fin de que, guardando el pacto, permaneciera en pie.15 Pero se rebeló contra él, enviando embajadores a Egipto para que le diera caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar?16 Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento menospreció y cuyo pacto, hecho con él, rompió.17 Y ni con gran ejército ni con mucha compañía hará el faraón nada por él en la batalla, cuando se levanten terraplenes y se construyan torres para cortar muchas vidas.18 Por cuanto menospreció el juramento y quebrantó el pacto, cuando he aquí que había dado su mano, y ha hecho todas estas cosas, no escapará.19 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció y mi pacto que ha quebrantado, los haré caer sobre su propia cabeza.20 Extenderé sobre él mi red y quedará preso en mi trampa. Lo haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por su infidelidad que contra mí ha cometido.21 Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos. Y sabréis que yo, Jehová, he hablado.
22 »Así ha dicho Jehová, el Señor:
»Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro
y lo plantaré;
del principal de sus renuevos cortaré un tallo
y lo plantaré sobre un monte muy elevado.
23 En el monte alto de Israel lo plantaré.
Levantará sus ramas, dará fruto
y se hará un cedro magnífico.
Habitarán debajo de él todas las aves de toda especie;
a la sombra de sus ramas habitarán.
24 Y sabrán todos los árboles del campo que yo, Jehová,
abatí el árbol elevado y levanté el árbol bajo,
hice secar el árbol verde e hice reverdecer el árbol seco.
Yo, Jehová, lo he dicho, y lo haré”».

El alma que peque, morirá

Ez. 18.1-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «¿Qué pensáis vosotros, los que en la tierra de Israel usáis este refrán, que dice:
“Los padres comieron las uvas agrias,
y a los hijos les dio dentera”?
3 »Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel.4 He aquí que todas las almas son mías: como el alma del padre, así el alma del hijo es mía. El alma que peque esa morirá.
5 »El hombre que es justo, que actúa conforme al derecho y la justicia;6 que no come sobre los montes ni alza sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; que no viola a la mujer de su prójimo ni se une a la mujer menstruosa;7 que no oprime a nadie, sino que al deudor devuelve su prenda; que no comete robo alguno; que da su pan al hambriento y cubre con vestido al desnudo;8 que no presta con interés o con usura; que retrae su mano de la maldad y practica verdaderamente la justicia entre unos y otros;9 que camina en mis ordenanzas y guarda mis decretos a fin de actuar rectamente, este es justo y vivirá, dice Jehová, el Señor.
10 »Pero si engendra un hijo ladrón y sanguinario que hace alguna cosa de estas,11 y no hace las otras, sino que come sobre los montes, viola a la mujer de su prójimo,12 oprime al pobre y necesitado, comete robos y no devuelve la prenda, alza sus ojos hacia los ídolos y comete abominación,13 presta a interés y con usura, ¿vivirá este? ¡No vivirá! Todas esas abominaciones cometió y, de cierto, morirá: su sangre caerá sobre él.
14 »Pero si este engendra un hijo que ve todos los pecados que cometió su padre, pero que, aun viéndolos, no los imita:15 no come sobre los montes ni alza sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, a la mujer de su prójimo no viola,16 no oprime a nadie, no retiene la prenda ni comete robos, da de su pan al hambriento y cubre con vestido al desnudo,17 aparta su mano del pobre y no cobra interés o usura, guarda mis decretos y anda en mis ordenanzas, este no morirá por la maldad de su padre: de cierto vivirá.18 Pero su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.
19 »Y si preguntáis: “¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre?”. Pues porque el hijo actuó conforme al derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá.20 El alma que peque, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él.

Agosto 26
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Agosto 26

El camino de Dios es justo

Ez. 18.21-32 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 »Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, y guarda todos mis estatutos y actúa conforme al derecho y la justicia, de cierto vivirá: no morirá.22 Ninguna de las transgresiones que cometió le será recordada; por la justicia que practicó, vivirá.23 ¿Acaso quiero yo la muerte del impío? dice Jehová, el Señor. ¿No vivirá, si se aparta de sus malos caminos?24 Pero si el justo se aparta de su justicia, y comete maldad y actúa conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? ¡Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta! Por su infidelidad que cometió, por el pecado que cometió, por ello morirá.
25 »Y si decís: “No es recto el camino del Señor”, oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los torcidos?26 Apartándose el justo de su justicia y cometiendo iniquidad, él morirá por ello; por la iniquidad que hizo, morirá.27 Pero apartándose el impío de su impiedad que hizo y actuando conforme al derecho y la justicia, hará vivir su alma.28 Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá: no morirá.29 Si aún dice la casa de Israel: “No es recto el camino del Señor”; ¿no son rectos mis caminos, casa de Israel? ¡Ciertamente, vuestros caminos no son rectos!
30 »Por tanto, casa de Israel, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, dice Jehová, el Señor. Convertíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina.31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?32 Porque yo no quiero la muerte del que muere, dice Jehová, el Señor. ¡Convertíos, pues, y viviréis!

Ez. 33.10-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 «Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: “Vosotros habéis hablado así, diciendo: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos: ¿cómo, pues, viviremos?’.11 Diles: Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva. ¡Volveos, volveos de vuestros malos caminos! ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebele; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se vuelva de su impiedad. El justo no podrá vivir por su justicia el día que peque.13 Cuando yo diga al justo: ¡De cierto vivirás!, pero él, confiado en su justicia, actúe con iniquidad, ninguna de sus justicias será recordada, sino que morirá por la iniquidad cometida.14 Y cuando yo diga al impío: ¡De cierto morirás!, si él se convierte de su pecado y actúa conforme al derecho y la justicia,15 si el impío restituye la prenda robada, devuelve lo que haya robado y camina en los estatutos de la vida, sin cometer iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.16 No se le recordará ninguno de los pecados que había cometido; actuó conforme al derecho y la justicia, y vivirá ciertamente.
17 »Luego dirán los hijos de tu pueblo: ‘¡No es recto el camino del Señor!’. ¡El camino de ellos es el que no es recto!18 Cuando el justo se aparte de su justicia y cometa iniquidad, morirá por ello.19 Y cuando el impío se aparte de su impiedad y actúe conforme al derecho y la justicia, vivirá por ello.20 Pero vosotros habéis dicho: ‘No es recto el camino del Señor’. Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos”».

Lamento por los reyes de Israel

Ez. 19.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »Levanta tú esta lamentación sobre los príncipes de Israel.

Lamento por Joacaz. Fue llevado cautivo a Egipto (v4)

Ez. 19.2-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Dirás:
»“¡Cómo se echó entre los leones tu madre, la leona!
Entre los leoncillos crió sus cachorros.
3 Ella hizo subir uno de sus cachorros,
que llegó a ser un leoncillo
y aprendió a arrebatar la presa
y a devorar a seres humanos.
4 Las naciones oyeron de él;
fue tomado en la trampa de ellas,
y lo llevaron con grillos
a la tierra de Egipto.

Lamento por Joaquín. Fue llevado cautivo a Babilonia (v9)

Ez. 19.5-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Viendo ella que había esperado demasiado tiempo
y que se perdía su esperanza,
tomó otro de sus cachorros
y lo puso por leoncillo.
6 Y él andaba entre los leones;
se hizo un leoncillo,
aprendió a arrebatar la presa,
devoró seres humanos.
7 Saqueó fortalezas y asoló ciudades.
La tierra, con cuanto había en ella, quedó desolada
al estruendo de sus rugidos.
8 Arremetieron contra él las gentes
de las provincias de alrededor;
extendieron sobre él su red
y en el foso fue apresado.
9 Lo pusieron en una jaula y lo encadenaron:
encadenado lo llevaron al rey de Babilonia.
Lo pusieron en las fortalezas,
para que su voz no se oyera más sobre los montes de Israel.
10 »Tu madre fue como una vid
plantada en medio de la viña, junto a las aguas,
que da fruto y echa vástagos
a causa de las muchas aguas.
11 Y ella tuvo varas fuertes,
para cetros de reyes;
elevó su estatura por encima del ramaje,
y fue vista por causa de su altura
y por la abundancia de sus sarmientos.
12 Pero fue arrancada con ira,
derribada en tierra.
El viento del este secó su fruto
y sus fuertes ramas fueron quebradas y se secaron
consumidas por el fuego.
13 Ahora está plantada en el desierto,
en tierra de sequedad y de aridez.
14 Y de la vara de sus ramas ha salido fuego
que ha consumido su fruto,
y no ha quedado en ella vara fuerte
para cetro de reyes”.
»Una lamentación es esta, y de lamentación servirá».

Modo de proceder de Dios con Israel

Ez. 20.1-44 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí.2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:3 «Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que no os responderé, dice Jehová, el Señor”.4 ¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres,5 y diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: El día que escogí a Israel y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré, diciendo: Yo soy Jehová, vuestro Dios,6 aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, la cual fluye leche y miel y es la más hermosa de todas las tierras,7 entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová, vuestro Dios.
8 »Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos ni dejaron los ídolos de Egipto. Entonces dije que derramaría mi ira sobre ellos, para consumar mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.9 Con todo, a causa de mi nombre, para que no se profanara ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, ante cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto.10 Los saqué de la tierra de Egipto y los traje al desierto.11 Les di mis estatutos y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá.12 Y les di también mis sábados, para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico.13 Pero se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá; y mis sábados profanaron en gran manera. Dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos.14 Pero actué a causa de mi nombre, para que no fuera profanado a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.
15 »También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, la cual fluye leche y miel y es la más hermosa de todas las tierras;16 porque desecharon mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis sábados, porque tras sus ídolos iba su corazón.17 Con todo, los miré con piedad: no los maté ni los exterminé en el desierto;18 antes bien, dije en el desierto a sus hijos: ‘No andéis en los estatutos de vuestros padres ni guardéis sus leyes ni os contaminéis con sus ídolos.19 Yo soy Jehová, vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y ponedlos por obra.20 Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios’.
21 »Pero los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpla, vivirá; y profanaron mis sábados. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para consumar mi enojo en ellos en el desierto.22 Sin embargo, retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no fuera profanado a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.23 También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones y que los dispersaría por las tierras,24 porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos, profanaron mis sábados y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos.25 Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos y decretos por los cuales no podrían vivir.26 Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová”.
27 »Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron infidelidad contra mí.28 Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso: allí sacrificaron sus víctimas, allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable y allí derramaron sus libaciones.29 Yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre ‘Bama’ hasta el día de hoy”.
30 »Di, pues, a la casa de Israel: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy, ¿y habré de responderos yo, casa de Israel? ¡Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé!
32 »Y no ha de suceder lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: ‘Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra’.
33 »Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y en el ardor de mi ira, he de reinar sobre vosotros.34 Os sacaré de entre los pueblos y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y en el ardor de mi ira;35 os traeré al desierto de los pueblos y allí litigaré con vosotros cara a cara.36 Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová, el Señor.37 Os haré pasar bajo la vara y os haré entrar en los vínculos del pacto;38 y apartaré de entre vosotros a los rebeldes y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, pero en la tierra de Israel no entrarán. Y sabréis que yo soy Jehová.
39 »Y a vosotros, casa de Israel, así ha dicho Jehová, el Señor: Ande cada uno de vosotros tras sus ídolos y sírvalos, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.
40 »Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová, el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.41 Como incienso agradable os aceptaré cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros ante los ojos de las naciones.42 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.43 Allí os acordaréis de vuestros caminos y de todos vuestros hechos con que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis.44 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando, por amor de mi nombre, no haga con vosotros según vuestros malos caminos ni según vuestras perversas obras, casa de Israel, dice Jehová, el Señor”».

Agosto 27
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Agosto 27

Profecía contra el Neguev

Ez. 20.45-49 DHH NIV NBD NVI LBLA
45 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:46 «Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia el sur, derrama tu palabra hacia la parte austral, profetiza contra el bosque del Neguev.47 Y dirás al bosque del Neguev: “Oye la palabra de Jehová: Así ha dicho Jehová, el Señor: He aquí que yo enciendo en ti un fuego que consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco. No se apagará la llama del fuego, y serán quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte”.48 Y verá toda carne que yo, Jehová, lo encendí, y no se apagará».
49 Y dije: «¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: “¿No profiere este parábolas?”».

La espada afilada de Jehová

Ez. 21.1-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, derrama palabras sobre los santuarios y profetiza contra la tierra de Israel.3 Dirás a la tierra de Israel: “Así ha dicho Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, y sacaré mi espada de su vaina y cortaré de ti al justo y al impío.4 Y por cuanto he de cortar de ti al justo y al impío, por eso mi espada saldrá de su vaina contra todo mortal, desde el sur hasta el norte.5 Y sabrá todo mortal que yo, Jehová, saqué mi espada de su vaina; no la envainaré más”.6 Y tú, hijo de hombre, gime con quebranto de tus costados y con amargura; gime ante los ojos de ellos.7 Y cuando te digan: “¿Por qué gimes?”, dirás: “Por una noticia que cuando llegue hará que desfallezca todo corazón, y toda mano se debilitará, se angustiará todo espíritu y como agua se debilitará toda rodilla”. He aquí que viene, y se cumplirá, dice Jehová, el Señor».
8 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:9 «Hijo de hombre, profetiza y di: “Así ha dicho Jehová, el Señor:
»¡La espada, la espada está afilada y bien pulida!
10 Para degollar víctimas está afilada;
pulida está para que relumbre.
¿Habremos de alegrarnos,
cuando al cetro de mi hijo ha despreciado
como a un palo cualquiera?
11 Y la dio a pulir para tenerla a mano;
la espada está afilada, y está pulida
para entregarla en manos del matador”.
12 Clama y lamenta, hijo de hombre,
porque esta será sobre mi pueblo,
será ella sobre todos los gobernantes de Israel:
caerán ellos a espada juntamente con mi pueblo.
¡Golpéate, pues, el muslo!
13 Porque es una prueba;
pero ¿qué, si la espada desprecia aun al cetro?
Él no será más,»
dice Jehová el Señor.
14 »Tú, pues, hijo de hombre, profetiza
y bate una mano contra otra.
Duplíquese y triplíquese el furor
de la espada homicida:
esta es la espada de la gran matanza,
que los traspasará,
15 para que el corazón desmaye
y los estragos se multipliquen;
en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada.
¡Ah! dispuesta está para que relumbre
y preparada para degollar.
16 ¡Corta a la derecha,
hiere a la izquierda,
adonde quiera que te vuelvas!
17 Y yo también batiré mano contra mano,
y haré reposar mi ira.
»Yo, Jehová, he hablado».
18 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:19 «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia. De una misma tierra salgan ambos, y al comienzo de cada camino pon una señal que indique la ciudad adonde va.20 El camino señalarás por donde venga la espada a Rabá, de los hijos de Amón, y a Judá, contra Jerusalén, la ciudad fortificada.21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró un hígado.22 La adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalén, para dar la orden de ataque, para dar comienzo a la matanza, para levantar la voz en grito de guerra, para poner arietes contra las puertas, para levantar terraplenes y construir torres de sitio.23 Mas para ellos esto será como adivinación mentirosa, ya que les ha hecho solemnes juramentos; pero él trae a la memoria la maldad de ellos, para apresarlos.
24 »Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “Por cuanto habéis hecho recordar vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis sido recordados, seréis entregados en su mano.25 Respecto a ti, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ya ha llegado, el tiempo de la consumación de la maldad,26 así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Depón el turbante, quita la corona! ¡Esto no será más así! Sea exaltado lo bajo y humillado lo alto.27 ¡A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel a quien corresponde el derecho, y yo se lo entregaré!”.

Juicio contra los amonitas

Ez. 21.28-32 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 »Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: “Así ha dicho Jehová, el Señor, acerca de los hijos de Amón y de su oprobio”. Dirás, pues: “¡La espada, la espada está desenvainada para degollar, para consumir está pulida con resplandor!29 Te profetizan vanidad, te adivinan mentira, para que la emplees sobre los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad.30 ¿La volveré a su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te juzgaré31 y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo haré encender sobre ti y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción.32 Serás pasto del fuego, se empapará la tierra con tu sangre; no habrá más memoria de ti, porque yo, Jehová, he hablado”».

Los pecados de Jerusalén

Ez. 22.1-31 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Y tú, hijo de hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú a la ciudad sanguinaria y le mostrarás todas sus abominaciones?3 Le dirás, pues: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ciudad que derrama sangre dentro de sí misma para que venga su hora, y que hizo ídolos contra sí misma para contaminarse!4 En tu sangre que derramaste has pecado y te has contaminado con tus ídolos que hiciste; has hecho que tu día se acerque y has llegado al término de tus años; por tanto, te he dado en oprobio a las naciones, en escarnio a todas las tierras.5 Las que están cerca de ti y las que están lejos se reirán de ti, amancillada de nombre y de gran turbación.
6 »He aquí que los gobernantes de Israel, cada uno según su poder, se esfuerzan en derramar sangre.7 Al padre y a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti, y en ti despojaron al huérfano y a la viuda.8 Mis santuarios menospreciaste y mis sábados has profanado.9 Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; en ti comieron sobre los montes y en medio de ti hicieron perversidades.10 La desnudez del padre descubrieron en ti, y en ti hicieron violencia a la que estaba impura por su menstruo.11 Cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su nuera y cada uno violó en ti a su hermana, la hija de su padre.12 Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia. ¡Te olvidaste de mí!, dice Jehová, el Señor.
13 »Y batí mis manos a causa de la avaricia con que actuaste y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.14 ¿Estará firme tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que yo proceda contra ti? Yo, Jehová, he hablado, y lo haré.15 Te dispersaré por las naciones, te esparciré por los países y eliminaré de ti tu impureza.16 Y por ti misma serás degradada a la vista de las naciones. Y sabrás que yo soy Jehová”».
17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:18 «Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria. Todos ellos son bronce, estaño, hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se han convertido.19 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escorias, por eso, yo os reuniré en medio de Jerusalén.20 Como quien junta plata, bronce, hierro, plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira. Os pondré allí y os fundiré.21 Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis fundidos.22 Como se funde la plata en medio del horno, así, en medio de él, seréis fundidos. Así sabréis que yo, Jehová, habré derramado mi ira sobre vosotros”».
23 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:24 «Hijo de hombre, dile a ella: “Tú no eres tierra limpia ni rociada con lluvia en el día del furor.25 Hay conjuración de sus profetas en medio de ella, como de león rugiente que arrebata la presa. Devoraron vidas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron sus viudas en medio de ella.26 Sus sacerdotes violaron mi Ley y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio. De mis sábados apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.27 Sus jefes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa: derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas.28 Sus profetas recubrían con lodo suelto, profetizando vanidad y prediciéndoles mentira, diciendo: ‘Así ha dicho Jehová, el Señor’, y Jehová no había hablado.29 El pueblo de la tierra oprimía y robaba; al afligido y necesitado hacía violencia y al extranjero oprimía contra derecho.30 Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé.31 Por tanto, derramé sobre ellos mi ira. Con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová, el Señor”».

Agosto 28
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Agosto 28

Las dos hermanas

Ez. 23.1-49 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una misma madre,3 las cuales fornicaron en Egipto; en su juventud fornicaron. Allí fueron apretados sus pechos, allí fueron acariciados sus pechos virginales.4 La mayor se llamaba Ahola, y su hermana, Aholiba. Ambas fueron mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron: Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba.
5 »Y Ahola, aun perteneciéndome, cometió fornicación. Se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos,6 vestidos de púrpura, gobernadores y capitanes, jóvenes codiciables todos ellos, jinetes que iban a caballo.7 Se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos.8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto, pues muchos se acostaron con ella en su juventud. Ellos acariciaron sus pechos virginales y derramaron sobre ella su lujuria.9 Por lo cual la entregué en manos de sus amantes, en manos de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado.10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y llegó a ser famosa entre las mujeres a causa del escarmiento que hicieron de ella.
11 »Esto lo vio su hermana Aholiba, y enloqueció de lujuria más que ella: sus fornicaciones fueron peores que las fornicaciones de su hermana.12 Se enamoró de los hijos de los asirios sus vecinos, gobernadores y capitanes, vestidos de ropas y armas excelentes, jinetes que iban a caballo, todos ellos jóvenes codiciables.13 Y vi que se había contaminado, que un mismo camino era el de ambas.14 Y aumentó sus fornicaciones, pues cuando vio a hombres pintados en la pared, imágenes de caldeos pintadas de color,15 ceñidos por la cintura con talabartes y llevando turbantes de colores en la cabeza, todos ellos con apariencia de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, de Caldea, tierra de su nacimiento,16 se enamoró de ellos a primera vista, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos.17 Así, pues, se unieron a ella los hombres de Babilonia en su lecho de amores, y la contaminaron. Y ella también se contaminó con ellos, pero luego su alma se hastió de ellos.18 Así hizo evidentes sus fornicaciones y descubrió sus desnudeces, por lo cual mi alma se hastió de ella, como se había ya hastiado mi alma de su hermana.19 Incluso multiplicó sus fornicaciones recordando los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto.20 Y se enamoró de sus rufianes, cuya lujuria es como el ardor carnal de los asnos y cuyo flujo es como el flujo de los caballos.21 Así recordaste de nuevo la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios acariciaron tus pechos, los pechos de tu juventud.
22 »Por tanto, Aholiba, así ha dicho Jehová, el Señor: “He aquí que yo suscitaré contra ti a tus amantes, de los cuales se hastió tu alma, y los haré venir contra ti de todos lados.23 Los de Babilonia y todos los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jóvenes codiciables, gobernadores y capitanes, nobles y hombres notables, que montan a caballo todos ellos.24 Y vendrán rodando contra ti carros y carretas, y una multitud de pueblos. Escudos, paveses y yelmos pondrán contra ti por todos los lados. Yo pondré en sus manos el juicio, y según sus leyes te juzgarán.25 Pondré mi celo contra ti, y procederán contigo con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y lo que te quede caerá a espada. Ellos tomarán a tus hijos y a tus hijas, y el resto de ti será consumido por el fuego.26 Te despojarán de tus vestidos y te arrebatarán todos los adornos de tu belleza.27 Y haré cesar de ti tu lujuria y tu fornicación de la tierra de Egipto: no levantarás ya más hacia ellos tus ojos ni nunca más te acordarás de Egipto.28 Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Yo te entrego en manos de aquellos que aborreciste, en manos de aquellos de los cuales se hastió tu alma,29 los cuales procederán contigo con odio y tomarán todo el fruto de tu labor; te dejarán desnuda por completo, y se descubrirá la inmundicia de tus fornicaciones, tu lujuria y tu prostitución.30 Estas cosas se harán contigo porque fornicaste en pos de las naciones con las cuales te contaminaste en sus ídolos.31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondré su copa en tu mano.
32 »Así ha dicho Jehová, el Señor:
»Beberás la gran copa, honda y ancha, de tu hermana,
que es de gran capacidad;
de ti se mofarán las naciones y se reirán de ti.
33 Serás llena de embriaguez y de dolor
por la copa de soledad y de desolación,
por la copa de tu hermana Samaria.
34 La beberás, pues, hasta agotarla;
quebrarás sus tiestos
y te desgarrarás los pechos,
porque yo he hablado,
dice Jehová, el Señor.
35 »Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Por cuanto te has olvidado de mí y me has echado a tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus fornicaciones”».
36 Y me dijo Jehová: «Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Ahola y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones?37 Porque han adulterado y hay sangre en sus manos. Han fornicado con sus ídolos, y aun a sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, quemándolos.38 Aun me hicieron más: contaminaron mi santuario en aquel día y profanaron mis sábados.39 Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día, para contaminarlo. ¡Y esto lo hicieron en medio de mi Casa!40 Además, enviaron en busca de hombres que vinieran de lejos, a los cuales había sido enviado un mensajero, y vinieron. Por amor de ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos;41 te sentaste sobre un suntuoso estrado; fue preparada una mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.42 Y se oyó allí el bullicio de una multitud que se solazaba con ella; y con los hombres de la gente común había sabeos traídos del desierto; y pusieron pulseras en sus manos y bellas coronas sobre sus cabezas.
43 »Y dije respecto de la envejecida en adulterios: “¿Todavía cometerán fornicaciones con ella, y ella con ellos?44 Porque vienen a ella como quien viene a una prostituta. Así vienen a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas”.45 Por tanto, hombres justos las juzgarán según la ley de las adúlteras y según la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras y hay sangre en sus manos.
46 »Por lo que así ha dicho Jehová, el Señor: “Yo haré subir contra ellas tropas, las entregaré a la turbación y la rapiña.47 Las turbas las apedrearán y las atravesarán con sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus casas.48 Así haré cesar la lujuria de la tierra; escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestras perversidades.49 Y sobre vosotras pondrán vuestras perversidades y pagaréis los pecados de vuestra idolatría. Y sabréis que yo soy Jehová, el Señor”».

Nabucodonosor nuevamente pone sitio a Jerusalén

2 R. 25.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el noveno año de su reinado, el día diez del mes décimo, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén, la sitió y levantó torres alrededor de ella.

Jr. 39.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el noveno año de Sedequías, rey de Judá, en el mes décimo, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron.

Jr. 52.4 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 Aconteció, pues, a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén, y acamparon contra ella. Por todas partes levantaron terraplenes para atacarla.

Parábola de la olla hirviente

Ez. 24.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Vino a mí palabra de Jehová en el año noveno, en el mes décimo, a los diez días del mes, diciendo:2 «Hijo de hombre, escribe la fecha de este día, porque el rey de Babilonia ha puesto sitio a Jerusalén en este mismo día.3 Y habla por medio de una parábola a la casa rebelde; diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor:
Pon una olla,
ponla y echa agua en ella;
4 junta sus piezas de carne en ella:
todas buenas piezas, pierna y espalda,
y llénala de huesos escogidos.
5 Toma una oveja escogida,
y también enciende los huesos debajo de ella;
haz que hierva mucho,
y cuece también sus huesos dentro de ella.
6 »Pues así ha dicho Jehová, el Señor:
¡Ay de la ciudad de sangres,
de la olla herrumbrosa
cuya herrumbre no ha sido quitada!
Por sus piezas, por sus piezas sácala,
sin echar suertes sobre ella.
7 Porque su sangre está en medio de ella,
derramada sobre la piedra desnuda;
pues no la derramó sobre la tierra
para que fuera cubierta por el polvo.
8 Para hacer subir la ira,
para ejecutar la venganza,
yo pondré su sangre sobre la piedra desnuda,
para que no sea cubierta.
9 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor.
¡Ay de la ciudad de sangres!
Pues también haré yo una gran hoguera:
10 Amontonaré la leña y encenderé el fuego
para consumir la carne y hacer la salsa,
y los huesos serán quemados;
11 pondré luego la olla vacía sobre sus brasas,
para que se caldee,
se queme su fondo,
se funda en ella su suciedad
y se consuma su herrumbre.
12 »En vano se cansó, pues no salió de ella su mucha herrumbre, que solo con fuego será quitada.13 En tu inmunda lujuria padecerás, porque yo traté de limpiarte, pero tú no te limpiaste de tu impureza: nunca más te limpiarás, hasta que yo sacie mi ira sobre ti.14 Yo, Jehová, he hablado: sucederá, yo lo haré. No me volveré atrás ni tendré piedad ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice Jehová, el Señor”».

Muerte de la esposa de Ezequiel

Ez. 24.15-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:16 «Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos; no hagas lamentación ni llores ni corran tus lágrimas.17 Reprime el suspirar, no hagas luto por los muertos, cíñete el turbante, ponte los zapatos en los pies y no te cubras con rebozo ni comas pan de enlutados».
18 Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado.19 Me dijo el pueblo:
—¿No nos enseñarás qué significan para nosotros estas cosas que haces?
20 Yo les dije:
—La palabra de Jehová vino a mí, diciendo:21 “Di a la casa de Israel que así ha dicho Jehová, el Señor: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestro poderío, la delicia de vuestros ojos y la pasión de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán a espada”.22 Y haréis de la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo ni comeréis pan de gente en luto;23 vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies; no haréis lamentación ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros.24 “Ezequiel, pues, os será por señal. Según todas las cosas que él hizo, haréis; y cuando esto ocurra, sabréis que yo soy Jehová, el Señor”.
25 «Y tú, hijo de hombre, el día que yo arrebate a ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también sus hijos y sus hijas,26 ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias.27 Aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo; hablarás, no permanecerás mudo. Tú les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová».

Asolamiento de Judá

Jr. 10.17-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 Recoge del suelo tu equipaje,
tú que moras en lugar fortificado,
18 porque así ha dicho Jehová:
«Esta vez arrojaré con honda
a los moradores de la tierra,
y los afligiré, para que lo sientan».
19 ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento!
Mi llaga es muy dolorosa.
Pero dije: «Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
20 Mi tienda está destruida
y todas mis cuerdas están rotas;
mis hijos me han abandonado y perecieron;
no hay ya quien levante mi tienda
ni quien cuelgue mis cortinas».
21 Porque los pastores se han vuelto necios
y no han buscado a Jehová;
por eso, no prosperaron
y se dispersó todo su rebaño.
22 Un fuerte rumor, un gran alboroto,
viene de la tierra del norte,
para convertir en soledad todas las ciudades de Judá,
en guarida de chacales.
23 ¡Conozco, Jehová, que el hombre no es señor de su camino,
ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos!
24 ¡Castígame, Jehová, mas con juicio;
no con tu furor, para que no me aniquiles!
25 Derrama tu enojo sobre los pueblos
que no te conocen
y sobre las naciones que no invocan tu nombre,
porque se comieron a Jacob,
lo devoraron, lo han consumido
y han asolado su morada.

Agosto 29
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Agosto 29

Jerusalén será destruida

Jr. 21.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que le dijeran:2 «Consulta ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace guerra contra nosotros; quizá Jehová haga con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se aleje de nosotros».
3 Jeremías les respondió: «Diréis esto a Sedequías:4 “Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, con las que peleáis contra el rey de Babilonia; y a los caldeos que están fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los reuniré en medio de esta ciudad.5 Pelearé contra vosotros con mano extendida y con brazo fuerte, con furor, con enojo e ira grande.6 Heriré a los habitantes de esta ciudad; los hombres y las bestias morirán de una gran peste.7 Después, dice Jehová, entregaré a Sedequías, rey de Judá, a sus criados, al pueblo y a los que queden de la pestilencia, de la espada y del hambre en la ciudad, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus vidas. Él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni tendrá piedad de ellos ni mostrará por ellos compasión”.
8 »Y a este pueblo dirás: “Así ha dicho Jehová: Yo pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.9 El que quede en esta ciudad morirá por la espada, el hambre o la peste; pero el que salga y se pase a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por botín,10 porque mi rostro he puesto contra esta ciudad para mal y no para bien, dice Jehová; en manos del rey de Babilonia será entregada, y él le prenderá fuego”.

Jeremías amonesta a Sedequías

Jr. 34.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, todos los reinos de la tierra bajo el señorío de su mano y todos los pueblos peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades. Dijo así:2 «Esto ha dicho Jehová, Dios de Israel: Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile que así ha dicho Jehová: Yo entregaré esta ciudad al rey de Babilonia, el cual la entregará al fuego.3 Y tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás apresado y en su mano serás entregado. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, que te hablará cara a cara, y entrarás en Babilonia.4 Con todo, oye palabra de Jehová, Sedequías, rey de Judá, porque así ha dicho Jehová acerca de ti: No morirás a espada.5 En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán diciendo: “¡Ay, señor!”, porque yo he hablado la palabra, dice Jehová».
6 Habló, pues, el profeta Jeremías a Sedequías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén.7 Y el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que habían quedado: contra Laquis y contra Azeca, porque de las ciudades fortificadas de Judá, solo estas habían quedado.

Petición de Sedequías a Jeremías

Jr. 37.3-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 Envió el rey Sedequías a Jucal hijo de Selemías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías para que dijeran al profeta Jeremías: «Ruega ahora por nosotros a Jehová, nuestro Dios».4 Y Jeremías entraba y salía en medio del pueblo, porque todavía no lo habían puesto en la cárcel.5 Cuando ya el ejército del faraón había salido de Egipto y llegó la noticia de ello a oídos de los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén, se retiraron de Jerusalén.
6 Entonces vino palabra de Jehová al profeta Jeremías, diciendo:7 «Así ha dicho Jehová, Dios de Israel, que digáis al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultarais: “El ejército del faraón, que había salido en vuestro socorro, se ha vuelto a la tierra de Egipto.8 Por eso, los caldeos vendrán de nuevo, atacarán esta ciudad, la tomarán y le prenderán fuego.9 Así dice Jehová: No os engañéis a vosotros mismos, diciendo: ‘Sin duda, los caldeos se irán ya de aquí’, porque no se irán,10 porque aun cuando derrotarais a todo el ejército de los caldeos que pelean contra vosotros, y solamente quedaran de ellos algunos hombres heridos, cada uno se levantaría de su tienda para prender fuego a esta ciudad”».

Profecías contra Egipto

Ez. 29.1-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el año décimo, en el mes décimo, a los doce días del mes, vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.3 Habla y di: “Así ha dicho Jehová, el Señor:
»Yo estoy contra ti,
el faraón, rey de Egipto,
el gran dragón que yace
en medio de sus ríos,
el cual dijo: ‘Mío es el Nilo,
pues yo lo hice’.
4 Yo, pues, pondré garfios en tus quijadas;
pegaré los peces de tus ríos a tus escamas
y te sacaré de en medio de tus ríos,
y todos los peces de tus ríos
saldrán pegados a tus escamas.
5 Te dejaré en el desierto,
a ti y a todos los peces de tus ríos;
sobre la faz del campo caerás
y no serás recogido ni serás juntado.
A las fieras de la tierra y a las aves del cielo
te he dado por comida.
6 »Sabrán todos los moradores de Egipto
que yo soy Jehová.
Por cuanto fuiste un báculo de caña
para la casa de Israel.
7 Cuando te tomaron con la mano, te quebraste,
y les rompiste por entero el hombro;
y cuando se apoyaron en ti, te quebraste
y les rompiste por entero las caderas.
8 »Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Yo traigo contra ti espada, y exterminaré de ti a hombres y a bestias,9 y la tierra de Egipto quedará asolada y desierta. Y sabrán que yo soy Jehová, por cuanto él dijo: ‘El Nilo es mío, yo lo hice’.10 Por tanto, he aquí yo estoy contra ti y contra tus ríos. Convertiré la tierra de Egipto en desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía.11 No pasará por ella pie humano, ni pie de animal pasará por ella, ni será habitada durante cuarenta años.12 Convertiré la tierra de Egipto en la más desolada de todas las tierras, y sus ciudades, entre las ciudades destruidas, serán una desolación durante cuarenta años. Esparciré a Egipto entre las naciones y lo dispersaré por los países.
13 »Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Al cabo de cuarenta años recogeré a Egipto de entre los pueblos entre los cuales hubieran sido esparcidos;14 volveré a traer los cautivos de Egipto y los llevaré a la tierra de Patros, a la tierra de su origen; y allí serán un reino despreciable.15 En comparación con los otros reinos será el más humilde: nunca más se elevará sobre las naciones, porque yo los rebajaré para que no vuelvan a tener dominio sobre las naciones.16 Y no será ya más para la casa de Israel apoyo de confianza, que les haga recordar el pecado de mirar en pos de ellos. Y sabrán que yo soy Jehová, el Señor”».

Violación del pacto de libertar a los siervos hebreos

Jr. 34.8-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Palabra de Jehová que vino a Jeremías después que Sedequías hizo pacto con todo el pueblo en Jerusalén, para promulgarles libertad,9 que cada uno dejara libre a su esclavo hebreo y a su esclava hebrea, y que nadie los usara más como esclavos.10 Cuando oyeron todos los jefes y todo el pueblo que había convenido en el pacto de dejar libre cada uno a su esclavo y cada uno a su esclava, que nadie los usara más como esclavos, obedecieron y los dejaron libres.11 Pero después se arrepintieron e hicieron volver a los esclavos y a las esclavas que habían dejado libres, y de nuevo los sujetaron como esclavos y esclavas.12 Vino, pues, palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:13 «Así dice Jehová, Dios de Israel: Yo hice pacto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre, diciendo:14 Al cabo de siete años dejará cada uno a su hermano hebreo que le hubiera sido vendido; durante seis años le servirá, y luego lo dejará ir libre. Pero vuestros padres no me escucharon ni inclinaron su oído.15 Vosotros os habíais hoy convertido y habíais hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la casa en la cual es invocado mi nombre.16 Pero os habéis vuelto atrás y profanado mi nombre, y habéis vuelto a tomar cada uno a su esclavo y cada uno a su esclava, que habíais dejado libres a su voluntad, y los habéis sujetado para que os sean esclavos y esclavas.17 Por tanto, así dice Jehová: Ya que vosotros no me habéis escuchado para promulgar cada uno libertad a su hermano y cada uno a su compañero, he aquí que yo promulgo libertad, dice Jehová, a la espada, a la pestilencia y al hambre; y os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra.18 Y entregaré a los hombres que quebrantaron mi pacto, que no han llevado a efecto las palabras del pacto que celebraron en mi presencia dividiendo en dos partes el becerro y pasando por medio de ellas;19 a los jefes de Judá y a los jefes de Jerusalén, a los oficiales, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro,20 los entregaré en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida; y sus cadáveres serán comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra.21 A Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de vosotros.22 Yo mandaré, dice Jehová, y los haré volver a esta ciudad. Pelearán contra ella, la tomarán y la entregarán al fuego. Y convertiré en desolación las ciudades de Judá, hasta no quedar habitante alguno».

Encarcelamiento de Jeremías

Jr. 37.11-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 Aconteció que cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén a causa del ejército del faraón,12 Jeremías salía de Jerusalén para irse a tierra de Benjamín, para apartarse de en medio del pueblo.13 Y cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: «¡Tú te pasas a los caldeos!».14 Jeremías dijo: «¡Falso, no me paso a los caldeos!». Pero él no le escuchó, sino que prendió Irías a Jeremías y lo llevó delante de sus jefes.15 Los jefes se airaron contra Jeremías. Lo azotaron y lo pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en cárcel.
16 Entró, pues, Jeremías en la casa de la cisterna y en las bóvedas. Y habiendo estado allá Jeremías por muchos días,17 el rey Sedequías envió y lo sacó; y le preguntó el rey secretamente en su casa, diciendo: «¿Hay palabra de Jehová?». Jeremías dijo: «Hay»; y agregó: «En manos del rey de Babilonia serás entregado».18 Dijo también Jeremías al rey Sedequías: «¿En qué pequé contra ti, contra tus siervos y contra este pueblo, para que me pusierais en la cárcel?19 ¿Dónde están vuestros profetas que os profetizaban diciendo: “No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros ni contra esta tierra”?20 Escucha, pues, te ruego, mi señor, el rey, atiende ahora mi súplica que traigo delante de ti: ¡No me hagas volver a casa del escriba Jonatán, para que no me muera allí!».21 Entonces dio orden el rey Sedequías, y custodiaron a Jeremías en el patio de la cárcel, haciéndole dar una torta de pan al día, de la calle de los Panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se agotara. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.

Exclamación del profeta

Jr. 15.10,11 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 ¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste
hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra!
Nunca he dado ni tomado en préstamo
y, sin embargo, todos me maldicen.
11 ¡Sea así, Jehová,
si no te he rogado por su bien,
si no he suplicado ante ti en favor del enemigo
en tiempo de aflicción y en época de angustia!

Dios anuncia el castigo a Israel

Jr. 15.12-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 «¿Puede alguno quebrar el hierro,
el hierro del norte, y el bronce?
13 Tus riquezas y tus tesoros
entregaré a la rapiña sin ningún precio,
por todos tus pecados
y en todo tu territorio.
14 Y te haré servir a tus enemigos
en tierra que no conoces,
porque fuego se ha encendido en mi furor
y arderá contra vosotros».

El profeta invoca al Señor

Jr. 15.15-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Tú lo sabes, Jehová;
acuérdate de mí, visítame
y véngame de mis enemigos.
No me reproches en la prolongación de tu enojo;
sabes que por amor de ti sufro afrenta.
16 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí.
Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón;
porque tu nombre se invocó sobre mí,
Jehová, Dios de los ejércitos.
17 No me senté en compañía de burladores
ni me engreí a causa de tu profecía;
me senté solo,
porque me llenaste de indignación.
18 ¿Por qué fue perpetuo mi dolor,
y mi herida incurable,
que no admitió curación?
¿Serás para mí como cosa ilusoria,
como aguas que no son estables?

Respuesta del Señor

Jr. 15.19-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Por tanto, así dijo Jehová:
«Si te conviertes, yo te restauraré
y estarás delante de mí;
y si separas lo precioso de lo vil,
serás como mi boca.
¡Conviértanse ellos a ti,
mas tú no te conviertas a ellos!
20 Y te pondré en este pueblo
por muro fortificado de bronce;
pelearán contra ti,
pero no te vencerán,
porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte,
dice Jehová.
21 Yo te libraré de la mano de los malos
y te redimiré de la mano de los fuertes».

Agosto 30
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Agosto 30

Echan a Jeremías en una cisterna seca

Jr. 38.1-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Oyeron Sefatías hijo de Matán, Gedalías hijo de Pasur, Jucal hijo de Selemías y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:2 «Así ha dicho Jehová: El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; pero el que se pase a los caldeos, vivirá. Su vida le será por botín, y vivirá.3 Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en manos del ejército del rey de Babilonia, y la tomará».4 Y dijeron los jefes al rey: «Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal».5 Dijo el rey Sedequías: «Él está en vuestras manos, pues el rey nada puede hacer contra vosotros».6 Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron meter en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel. Bajaron a Jeremías con sogas a la cisterna, en la que no había agua, sino barro; y se hundió Jeremías en el barro.
7 Oyó Ebed-melec, un etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna; y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,8 Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo:9 «Mi señor, el rey, mal hicieron estos hombres en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron meter en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad».10 Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: «Toma contigo treinta hombres de aquí y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera».11 Tomó, pues, Ebed-melec consigo a los hombres y entró en la casa del rey, debajo de la tesorería; tomó de allí trapos viejos, raídos y andrajosos, y con unas sogas los echó a Jeremías en la cisterna.12 Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: «Ponte ahora esos trapos viejos, raídos y andrajosos bajo los sobacos, por debajo de las sogas». Y lo hizo así Jeremías.13 De este modo sacaron con sogas a Jeremías y lo subieron de la cisterna. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.

Dios promete librar a Ebed-melec

Jr. 39.15-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Estando preso Jeremías en el patio de la cárcel, le vino palabra de Jehová, diciendo:16 «Ve, habla a Ebed-melec, el etíope, y dile: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal y no para bien. Y esto sucederá en aquel día en presencia tuya.17 Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes.18 Ciertamente te libraré y no caerás a espada, sino que tu vida te será por botín, porque tuviste confianza en mí, dice Jehová”».

Sedequías consulta secretamente a Jeremías

Jr. 38.14-28 DHH NIV NBD NVI LBLA

14 Después el rey Sedequías mandó traer al profeta Jeremías a su presencia, en la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías:
—Te haré una pregunta; no me ocultes ninguna cosa.
15 Jeremías dijo a Sedequías:
—Si te lo declaro, ¿no es cierto que me matarás? Y si te doy consejo, no me escucharás.
16 Juró el rey Sedequías en secreto a Jeremías, diciendo:
—¡Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu vida!
17 Entonces dijo Jeremías a Sedequías:
—Así ha dicho Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel: “Si te entregas en seguida a los jefes del rey de Babilonia, tu alma vivirá y esta ciudad no será incendiada; vivirás tú y tu casa.18 Pero si no te entregas a los jefes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en manos de los caldeos; ellos la incendiarán, y tú no escaparás de sus manos”.
19 Y dijo el rey Sedequías a Jeremías:
—Tengo temor de que los judíos que se han pasado a los caldeos me entreguen en sus manos y hagan burla de mí.20 Dijo Jeremías:
—No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás.21 Pero si no quieres entregarte, esta es la palabra que me ha mostrado Jehová:22 Todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá serán entregadas a los jefes del rey de Babilonia, y ellas mismas dirán:
»“Te han engañado,
y han prevalecido contra ti tus amigos;
hundieron en el barro tus pies,
se volvieron atrás”.
23 »Entregarán, pues, todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que serás entregado al poder del rey de Babilonia, el cual prenderá fuego a esta ciudad.
24 Dijo Sedequías a Jeremías:
—Nadie sepa estas palabras, y no morirás.25 Y si los jefes oyen que yo he hablado contigo, y vienen a ti a decirte: “Decláranos ahora qué hablaste con el rey; no nos lo ocultes, y no te mataremos; y dinos también qué te dijo el rey”,26 les dirás: “Supliqué al rey que no me hiciera volver a casa de Jonatán, para que no me muriera allí”.
27 Vinieron luego, en efecto, todos los jefes a Jeremías y lo interrrogaron. Él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado. Con esto se alejaron de él, porque el asunto había sido oído.28 Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén. Allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.

Jeremías compra la heredad de Hanameel

Jr. 32.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías el año décimo de Sedequías, rey de Judá, que fue el año decimoctavo de Nabucodonosor.2 Entonces el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que estaba en la casa del rey de Judá,3 porque Sedequías, rey de Judá, lo había puesto en prisión, diciendo: «¿Por qué profetizas tú diciendo: “Así ha dicho Jehová: Yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y la tomará;4 y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los caldeos, sino que de cierto será entregado en mano del rey de Babilonia. Hablará con él cara a cara, y sus ojos verán sus ojos,5 y hará llevar a Sedequías a Babilonia, y allá estará hasta que yo lo visite; y si peleáis contra los caldeos, no os irá bien, dice Jehová”»?
6 Y Jeremías dijo: «La palabra de Jehová vino a mí, diciendo:7 “Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti, diciendo: ‘Cómprame mi heredad que está en Anatot, porque tú tienes derecho de compra sobre ellos’ ”.8 Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo: “Cómprame ahora la heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti”. Entonces conocí que era palabra de Jehová.
9 »Compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero: diecisiete siclos de plata.10 Redacté la escritura, la sellé, la hice certificar con testigos y pesé el dinero en balanza.11 Luego tomé la escritura de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta.12 Y entregué la carta de venta a Baruc hijo de Nerías hijo de Maasías, delante de Hanameel, el hijo de mi tío, delante de los testigos que habían suscrito la escritura de venta y delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel.13 Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo:14 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ‘Toma estas escrituras, esta escritura de venta, sellada, y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven durante mucho tiempo’.
15 »Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ‘Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra’ ”.

Oración de Jeremías

Jr. 32.16-35 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 Después que di la escritura de venta a Baruc hijo de Nerías, oré a Jehová, diciendo:17 “¡Ah, Señor Jehová!, tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti.18 Tú haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos. ¡Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre!19 Grande eres en consejo y magnífico en hechos; tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos y según el fruto de sus obras.20 Tú hiciste señales y portentos en la tierra de Egipto hasta este día, en Israel y entre los seres humanos; así te has hecho renombre, como se ve en este día.21 Sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y brazo extendido, y con gran terror.22 Les diste esta tierra, la cual juraste a sus padres que les darías, la tierra que fluye leche y miel.23 Ellos entraron y la disfrutaron, pero no escucharon tu voz ni anduvieron en tu Ley. Nada hicieron de lo que les mandaste hacer, y por eso has hecho venir sobre ellos todo este mal.24 He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla, y la ciudad, a causa de la espada, el hambre y la peste, va a ser entregada en manos de los caldeos que pelean contra ella. Ha venido, pues, a suceder lo que tú dijiste, y he aquí lo estás viendo.25 ¡Ah, Señor Jehová!, cuando la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos, ¿tú me dices: cómprate la heredad por dinero y pon testigos?’ ”».
26 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:27 «Yo soy Jehová, Dios de todo ser viviente, ¿acaso hay algo que sea difícil para mí?28 Por tanto, así ha dicho Jehová: Voy a entregar esta ciudad en manos de los caldeos y en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la tomará.29 Y vendrán los caldeos que atacan esta ciudad, le prenderán fuego y la quemarán, junto con las casas en cuyas azoteas quemaron incienso a Baal y derramaron libaciones a dioses extraños, para provocarme a ira,30 porque los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho sino lo malo delante de mis ojos desde su juventud; porque los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos, dice Jehová.31 De tal manera que para mi enojo y mi indignación ha servido esta ciudad desde el día que la edificaron hasta hoy. Yo, pues, la haré borrar de mi presencia,32 por toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, que han hecho para enojarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, y los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén.33 Ellos me volvieron la espalda en vez del rostro, y cuando les enseñaba desde el principio y sin cesar, no escucharon para recibir corrección,34 sino que pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola.35 Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego a sus hijos y sus hijas, en honor de Moloc, lo cual no les mandé. ¡Nunca pensé que cometieran tal abominación para hacer pecar a Judá!

Promesas para el futuro

Jr. 32.36-44 DHH NIV NBD NVI LBLA
36 »Con todo, ahora así dice Jehová, Dios de Israel, a esta ciudad, de la cual decís vosotros: “Entregada será en mano del rey de Babilonia a espada, a hambre y a peste”:37 Yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, con mi enojo y mi gran indignación; los haré volver a este lugar y los haré habitar seguros,38 y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.39 Les daré un corazón y un camino, de tal manera que me teman por siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos.40 Haré con ellos un pacto eterno: que no desistiré de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.41 Yo me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, con todo mi corazón y con toda mi alma.
42 »Porque así ha dicho Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este mal tan grande, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo.43 Poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: “Está desierta, sin hombres ni animales, y va a ser entregada en manos de los caldeos”.44 Heredades comprarán por dinero; harán escrituras y las sellarán, y pondrán testigos en tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de las montañas, en las ciudades de la Sefela y en las ciudades del Neguev, porque yo haré regresar a sus cautivos, dice Jehová».

Restauración de la prosperidad de Jerusalén

Jr. 33.1-26 DHH NIV NBD NVI LBLA

1 Vino palabra de Jehová a Jeremías por segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo:2 «Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre:3 Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.4 Porque así ha dicho Jehová, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas por el ariete y la espada5 (porque salir a enfrentarse con los caldeos será llenarlas de cadáveres, de muertos heridos por mi furor y mi ira, pues escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad):6 Yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.7 Haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio.8 Los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré todas sus iniquidades con que contra mí pecaron y contra mí se rebelaron.9 Esta ciudad me será por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra, cuando oigan todo el bien que yo les hago. Temerán y temblarán por todo el bien y toda la paz que yo les daré.
10 »Así ha dicho Jehová: En este lugar, del cual decís que está desierto, sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas, sin nadie que habite allí, ni hombre ni animal,11 ha de oírse aún voz de gozo y de alegría; voz de novio y voz de novia; voz de los que digan: “¡Alabad a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia!”; voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la casa de Jehová, porque yo volveré a traer a los cautivos de la tierra, para que sea como al principio, ha dicho Jehová.
12 »Así dice Jehová de los ejércitos: En este lugar desierto, sin hombre ni animal, y en todas sus ciudades, aún habrá cabañas de pastores que hagan pastar sus ganados.13 En las ciudades de las montañas, en las ciudades de la Sefela, en las ciudades del Neguev, en la tierra de Benjamín, alrededor de Jerusalén y en las ciudades de Judá, aún pasarán ganados por las manos del que los cuente, dice Jehová.
14 »He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá.15 En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo justo, que actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra.16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura. Y se le llamará: “Jehová, justicia nuestra”.
17 »Porque así dice Jehová: No faltará a David un descendiente que se siente sobre el trono de la casa de Israel,18 ni a los sacerdotes y levitas faltará un descendiente que delante de mí ofrezca holocausto, encienda ofrenda y haga sacrificio cada día».
19 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:20 «Así ha dicho Jehová: Si pudiera invalidarse mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no hubiera día ni noche a su debido tiempo,21 podría también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener un hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.22 Como no puede ser contado el ejército del cielo ni se puede medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David, mi siervo, y de los levitas que me sirven».
23 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:24 «¿No te has fijado en lo que habla este pueblo, diciendo: “Las dos familias que Jehová escogió, las ha desechado”? ¡Así tienen en poco a mi pueblo, que ni siquiera lo tienen por nación!25 Esto ha dicho Jehová: Si yo no he establecido mi pacto con el día y con la noche, si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,26 entonces es cierto que rechazaré la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, para no tomar de su descendencia a quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Haré volver sus cautivos y tendré de ellos misericordia».

Agosto 31
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Agosto 31

Profecías contra Egipto

Ez. 30.20-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:21 «Hijo de hombre, he quebrado el brazo del faraón, rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, ni poniéndole un vendaje para ligarlo, a fin de fortalecerlo para que pueda sostener la espada.22 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Al faraón, rey de Egipto, me enfrentaré y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.23 Esparciré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré por los países.24 Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; pero quebraré los brazos del faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte.25 Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos del faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra la tierra de Egipto.26 Esparciré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré por los países. Y sabrán que yo soy Jehová».

El faraón comparado a un cedro

Ez. 31.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2 «Hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su pueblo:
»“¿A quién te comparaste en tu grandeza?
3 He aquí era el asirio
un cedro en el Líbano,
de hermosas ramas,
frondoso ramaje y gran altura:
su copa llegaba hasta las nubes.
4 Las aguas lo hicieron crecer,
lo encumbró el abismo;
sus ríos corrían
alrededor de su pie,
y a todos los árboles del campo
enviaba sus corrientes.
5 Por tanto, se encumbró su altura
sobre todos los árboles del campo
y se multiplicaron sus ramas,
y a causa de las muchas aguas
se extendió el ramaje
que había echado.
6 En sus ramas hacían nido
todas las aves del cielo,
debajo de su ramaje parían
todas las bestias del campo
y a su sombra habitaban
muchas naciones.
7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza
con la extensión de sus ramas,
porque su raíz estaba
junto a aguas abundantes.
8 Los cedros no lo superaron
en el huerto de Dios;
los cipreses no fueron semejantes a sus ramas
ni los castaños fueron semejantes a su ramaje;
ningún árbol en el huerto de Dios
fue semejante a él en hermosura.
9 Lo hice hermoso
con la multitud de sus ramas,
y todos los árboles del Edén,
que estaban en el huerto de Dios,
tuvieron de él envidia.
10 »Por tanto, así dijo Jehová, el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura y haber levantado su copa entre las nubes, su corazón se elevó con su altura,11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto lo tratará según su maldad. Yo lo he desechado.12 Lo destruirán extranjeros, y los poderosos de las naciones lo derribarán. Sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles; por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje. Todos los pueblos de la tierra se irán de su sombra, y lo abandonarán.13 Sobre su tronco caído habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo,14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a la muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, junto con los que descienden a la fosa.
15 »Así ha dicho Jehová, el Señor: El día que descendió al seol, hice guardar luto, y que se cubriera por él el abismo. Detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas. Por él cubrí de tinieblas el Líbano, y todos los árboles del campo se desmayaron.16 Con el estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al seol con todos los que descienden a la sepultura. Y todos los árboles escogidos del Edén, los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra.17 También ellos descendieron con él al seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.
18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Este es el faraón y todo su pueblo, dice Jehová, el Señor”».

Sedequías es capturado y llevado a Babilonia

2 R. 25.2-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías.3 A los nueve días del cuarto mes arreció el hambre en la ciudad y, cuando el pueblo de la tierra no tenía ya nada que comer,4 abrieron una brecha en el muro de la ciudad. Aunque los caldeos la tenían rodeada, todos los hombres de guerra huyeron durante la noche por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey. El rey se fue por el camino del Arabá,5 pero el ejército de los caldeos lo siguió y lo apresó en las llanuras de Jericó, tras haber dispersado todo su ejército.6 Preso, pues, el rey, lo llevaron a Ribla ante el rey de Babilonia, y dictaron sentencia contra él.7 Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya y a él le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas y lo llevaron a Babilonia.

Jr. 39.2-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 En el undécimo año de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, se abrió una brecha en el muro de la ciudad.3 Entraron todos los jefes del rey de Babilonia y acamparon a la puerta del Medio: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim, jefe de los eunucos, Nergal-sarezer, alto funcionario, y todos los demás jefes del rey de Babilonia.4 Al verlos, Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de noche de la ciudad por el camino del huerto del rey, por la puerta entre los dos muros; y salió el rey por el camino del Arabá.5 Pero el ejército de los caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedequías en la llanura de Jericó. Lo apresaron y lo hicieron subir a Ribla, en tierra de Hamat, donde estaba Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual lo sentenció.6 Degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en presencia de este, en Ribla. Asimismo, el rey de Babilonia hizo degollar a todos los nobles de Judá,7 y al rey Sedequías le sacó los ojos y lo aprisionó con grillos para llevarlo a Babilonia.

Jr. 52.5-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Y permaneció sitiada la ciudad hasta el undécimo año del rey Sedequías.6 En el mes cuarto, a los nueve días del mes, cuando el hambre en la ciudad era ya tan grave que no había pan para el pueblo,7 se abrió una brecha en el muro de la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron. Salieron de noche de la ciudad por el camino de la puerta entre los dos muros que había cerca del jardín del rey, y se fueron por el camino del Arabá mientras los caldeos mantenían su cerco a la ciudad.8 Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey hasta la llanura de Jericó. Allí dieron alcance a Sedequías, a quien todo su ejército había abandonado.9 Entonces apresaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, a Ribla, en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él.10 Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías ante sus ojos; y también degolló en Ribla a todos los jefes de Judá.11 A Sedequías, el rey de Babilonia le sacó los ojos, lo ató con grillos y lo hizo llevar a Babilonia, donde lo encarceló hasta el día de su muerte.

587 a.C. Jerusalén es tomada por el ejército de Nabucodonosor

Caída de Jerusalén y cautividad de Judá

2 R. 25.8-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia.9 Incendió la casa de Jehová, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; también prendió fuego a todas las casas de los príncipes.10 Todo el ejército de los caldeos que acompañaba al capitán de la guardia derribó los muros que rodeaban a Jerusalén.11 Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivos a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia y a los que habían quedado de la gente común.12 Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó algunos de los pobres de la tierra para que labraran las viñas y la tierra.
13 Los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, las basas y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y se llevaron el bronce a Babilonia.14 También los caldeos se llevaron los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones y todos los utensilios de bronce con que ministraban:15 incensarios, cuencos, los objetos de oro y de plata; todo se lo llevó el capitán de la guardia.16 No era posible calcular el peso de las dos columnas, el mar y las basas que Salomón había hecho para la casa de Jehová.17 La altura de una columna era de dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos, y sobre el capitel había una red y granadas en derredor, todo de bronce. Igual labor había en la otra columna con su red.

2 Cr. 36.17-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni virgen, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos.18 Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia.19 Quemaron la casa de Dios y derribaron el muro de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor.
20 A los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia, donde fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el reino de los persas;21 para que se cumpliera la palabra de Jehová, dada por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

Jr. 39.8-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén.9 Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad y a los que se habían adherido a él, con todo el resto del pueblo que había quedado, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los deportó a Babilonia.10 Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo que en tierra de Judá se quedaran los pobres del pueblo, los que nada tenían, y les dio viñas y heredades.

Jr. 52.12-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 En el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que solía permanecer cerca del rey de Babilonia.13 Él quemó la casa de Jehová, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén. Destruyó a fuego todo edificio grande.14 Todo el ejército de los caldeos que venía con el capitán de la guardia destruyó los muros en todo el contorno de Jerusalén.15 E hizo deportar Nabuzaradán, capitán de la guardia, a los pobres del pueblo, a toda la otra gente del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y a todo el resto de la multitud del pueblo.16 Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó de los pobres del país para que fueran viñadores y labradores.
17 Los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, las basas y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron todo el bronce a Babilonia.18 Se llevaron también los calderos, las palas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas y todos los utensilios de bronce usados en el culto,19 los incensarios, tazones, copas, ollas, candelabros, escudillas y tazas; tanto lo de oro como lo de plata, se lo llevó el capitán de la guardia.20 En cuanto a las dos columnas, el mar y los doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová, el peso de todo este bronce resultó incalculable.21 Respecto a las columnas, la altura de cada una de ellas era de dieciocho codos, y un cordón de doce codos la rodeaba. Su espesor era de cuatro dedos, y eran huecas.22 El capitel de bronce que había sobre la columna era de cinco codos de altura; y tenía el capitel a su alrededor una red y granadas, todo de bronce. Y lo mismo era lo que tenía la segunda columna con sus granadas.23 Había noventa y seis granadas en cada hilera; en total eran cien alrededor de la red.

Sacerdotes, soldados y civiles son asesinados delante de Nabucodonosor

2 R. 25.18-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 El capitán de la guardia tomó entonces presos al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías y a tres guardas de la vajilla.19 Apresó a un oficial de la ciudad que tenía a su cargo los hombres de guerra, a cinco hombres de los consejeros del rey que estaban en la ciudad, al principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y a sesenta hombres del pueblo de la tierra que se encontraban en la ciudad.20 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó a Ribla ante el rey de Babilonia.21 Y el rey de Babilonia hizo que los mataran en Ribla, en tierra de Hamat.
Así fue llevado cautivo Judá lejos de su tierra.

Jr. 52.24-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 Tomó también el capitán de la guardia a Seraías, el principal sacerdote, a Sofonías, el segundo sacerdote, y a tres guardas del atrio.25 Y de la ciudad tomó a un oficial que era capitán de los hombres de guerra, a siete hombres de los consejeros íntimos del rey, que estaban en la ciudad, y al principal secretario de la milicia, que pasaba revista al pueblo del país, para la guerra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad.26 Los tomó, pues, Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó al rey de Babilonia, en Ribla.27 El rey de Babilonia los hirió y los mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue deportada Judá de su tierra.

El número de los cautivos

Jr. 52.28-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 Este fue el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo: En el año séptimo, a tres mil veintitrés hombres de Judá.29 En el año dieciocho de Nabucodonosor, llevó él cautivas de Jerusalén a ochocientas treinta y dos personas.30 El año veintitrés de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó cautivos a setecientos cuarenta y cinco hombres de Judá. El total, pues, de las personas fue de cuatro mil seiscientas.